Ramón Ferreiro a 50 ya es un peligro para miles de lucenses

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

OSCAR CELA

La limitación a 30 en la Ronda abre el debate sobre la necesidad de bajar la velocidad en la avenida más transitada de la ciudad

10 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Una vez que el gobierno local decidió reducir la velocidad máxima a 30 por hora en la Ronda da Muralla, los grupos Lugonovo y BNG solicitaron que era el momento de extender una medida similar en zonas próximas, como es el caso de la avenida Ramón Ferreiro. Los usuarios de la bicicleta aplauden la reducción de la velocidad en la Ronda y disponer de un carril preferente, pero se preguntan cómo se puede llegar en bici hasta la Ronda y qué garantías hay de no sufrir un percance.

Buena parte de las miradas van dirigidas a la avenida Ramón Ferreiro, que a finales de los noventa sí tuvo carril bici. Pero no solo por una cuestión de seguridad para los ciclistas, sino para los propios peatones. Estamos hablando de una vía que en sus 700 metros (1.400 en ida y vuelta) está flanqueada por la Biblioteca Provincial, la Facultade de Formación do Profesorado, el colegio Anexa, el instituto Ollos Grandes, el IGVS, la DGT, el colegio María Auxiliadora, el Gran Hotel, la oficina del DNI y hasta hace unos años la Cámara de Comercio. Si a esto le añadimos los supermercados, tiendas y edificios, así como otros espacios adyacentes como Seminario, Lucus Augusti, Arquivo Provincial, residencia Lug II o el colegio Rosalía de Castro, estamos ante uno de los puntos de la ciudad que más personas pueden llegar a congregar, tanto a pie como en vehículos.

Ante este panorama, salvo unos 200 metros en el margen de la zona escolar, con la puesta en marcha de los 30 en la Ronda y en otros puntos de la ciudad, como algún tramo de la Ronda de Fingoi, la limitación de la velocidad en Ramón Ferreiro a 50 por hora acaba siendo un anacronismo. Este paseo natural de continuidad de Bispo Aguirre o gran bulevar de entrada a la ciudad sufre a diario diversos inconvenientes. El más conocido es el de la saturación de vehículos a las horas de entrada y salida de los centros escolares. También el excesivo número de vehículos durante la mañana para acudir a gestiones de todo tipo. Incluso, la eliminación del sistema ORA, ha provocado que se use esta vía para aparcamiento o tránsito en búsqueda del mismo. Además, la mediana no tiene continuidad para los peatones.

Historia reciente

La avenida Ramón Ferreiro tuvo un intento de ofrecer una alternativa saludable y que ayudaría a calmar el tráfico del centro. Fue en el mandato del alcalde Joaquín García Díez, en 1995, cuando se instalaron los primeros carriles bici. Primero en la Ronda de Fingoi (que aún existe) y luego se extendió por Pintor Corredoira, Armando Durán, Rodríguez Mourelo, Ramón Ferreiro y avenida de Madrid. Se pretendía ofrecer un recorrido continuado desde el centro hasta el campus, que emergía con alumnos. En Ramón Ferreiro estaba el carril en la margen izquierda, con una banda rugosa que separaba a los vehículos. Cuando llegó el PSOE al gobierno local, el responsable de Tráfico, Fernández Liñares señaló que el carril bici era peligroso y apenas tenía uso. El carril se eliminó en el 2001 y el espacio fue ocupado por el sistema ORA.

Las cifras

25.000

 Socios de la Biblioteca. Esta cifra aumenta si tenemos en cuenta a los usuarios que no tienen carné

Más de 4.000

 Colegios, institutos, facultad. Alumnos, docentes y personal de Anexa, Ollos Grandes, Maxisterio y María Auxiliadora.

167

 Habitaciones del Gran Hotel. En la avenida hay un supermercado, librerías, cafeterías e instituciones públicas.