¿Para qué un cuarto patrimonio?

Luis Latorre OPINIÓN

LUGO CIUDAD

30 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La política debería ser el arte de la gestión de lo público usando los medios posibles para lograr objetivos deseables y mejorar la vida de los ciudadanos. Pero también se ve intoxicada en ocasiones, cada vez más frecuentes por desgracia, con la introducción de un elemento perverso: el circo mediático que solo busca el voto fácil.

El pleno del Ayuntamiento de Lugo aprobó por previsible unanimidad la proposición de Lugonovo para iniciar los pasos que conviertan el casco histórico en el cuarto Patrimonio de la Humanidad. A ver quién es el guapo que vota en contra. Sin embargo hay que preguntarse para qué lo quieren visto el maltrato que se le da a los tres que ya tenemos. Nuestros próceres parecen esos niños golosos que no consiguen comer lo que tienen en el plato y ya están mirando con ojos avariciosos los postres.

Lugo tiene el orgullo de que la Unesco haya reconocido ya a la Muralla, la Catedral y el Camino Primitivo como miembros de su prestigioso listado de bienes a proteger pero, ¿se ha actuado en consecuencia? La respuesta es obvia: No. La Muralla sigue acumulando años pero sin recibir la promoción que merece; en la Catedral la desidia de las autoridades permite que los herrajes del siglo XIII se estén deteriorando por las meadas que están destruyendo en lustros lo que se conservó durante centenas; el Camino Primitivo es un desastre de tal calibre que hasta el Ayuntamiento miente a los turistas sobre su trazado para esconderlo de sus cámaras de fotos. ¿Y vamos a por el cuarto patrimonio? ¿Qué ventaja tendremos? ¿Un titular? ¿Una victoria política de unos u otros? ¿Otra forma de distraer a la opinión pública? ¿Para qué queremos un cuarto patrimonio si ignoran, cuando no maltratan, a los tres que tenemos?