Un San Xoán muy animado tras una semana tórrida

Francisco Albo
fRANCISCO ALBO MONFORTE / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Numerosos vecinos celebraron el tradicional festejo en diversas localidades del sur lucense

25 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque las fiestas de San Xoán no disfrutan en el sur lucense de un arraigo tan generalizado como en otras partes de Galicia, hay lugares donde constituyen una tradición importante y que este año la han vuelto a celebrar con gran entusiasmo. Las altas temperaturas que hubo que soportar durante toda la semana en estas comarcas sin duda animaron a los vecinos a salir a disfrutar de los festejos y del aire fresco. Uno de estos lugares es el barrio chantadino de A Alameda, donde el viernes por la noche se reunió una multitud de vecinos para asistir a una celebran que se encarga de organizar un grupo reducido de amigo. Junto al Muíño da Alameda se encendió a medianoche una hoguera en la que se quemó una meiga de cartón y se lanzaron fuegos de artificio. A los asistentes se les ofreció vino y queimada, y no faltó una recitación colectiva del típico esconxuro.

También hubo fiestas de San Xoán en el barrio monfortino de Os Chaos, donde esta tradición estuvo perdida, fue recuperada y goza de amplia popularidad. Como es tradicional, el viernes por la noche se celebró una misa de campaña y a las doce de la noche se encendió una hoguera en la que muchos saltaron y otros arrojaron papeles con sus deseos. El programa de festejos comprendió una actuación de la Coral Renfe y un reparto gratuito de roscas que causó una larga cola. Durante la jornada del viernes y la de ayer, por otro lado, grupos de músicos estuvieron animando las calles del barrio sino también las de otras partes de la ciudad.

Patronales en Milleirós

Otro lugar donde el festejo tiene un arraigo singular es la parroquia de San Xoán de Milleirós, en Carballedo, que no en vano celebra en estas fechas sus fiestas patronales. En esta localidad la tradición consiste en una cena popular que se ofrece en el campo de la fiesta. Chorizada a la brasa, sardiñada, empanada y torriscos -llamados iscos o liscos en otros lugares- conformaron una vez más el menú típico. Una peculiaridad gastronómica que distingue a esta celebración desde hace años es el uso de una bañera convertida en parrilla. Un dúo musical se encargó de animar el ambiente. Tras la noche de las hogueras, las temperaturas se mostraron ayer mucho más suaves que los anteriores días.

La celebración se renovó en Chantada, Monforte y Carballedo