Mientras un romano sigue en el HULA, las asociaciones recuerdan que es una fiesta de recreación y no una batalla

Un soldado romano de una de las formaciones lucenses tuvo que ser ingresado en el Hula el domingo tras la última batalla simulada entre castrexos y romanos. Cuando se recreaban los choques entre ambos colectivos en las cuestas del parque, algunos participantes se lanzaron a la carrera para saltar contra los escudos romanos e intentar derribarlos. Una maniobra más propia de una lucha campal que de una fiesta de recreación. Y uno de los castrexos acabó por derribar en uno de esos golpes a otro miembros del colectivo de romanos, que resultó herido por el escudo en la cabeza, cayó al suelo y sufrió otro golpe contundente. A consecuencia de ello sigue en observación en el Hula, y podría tener que ser operado. La persona que se empleó con contundencia como si fuese una batalla ya lo había hecho en otra reciente fiesta de recreación de Friol, donde afortunadamente nadie se lastimó. Los participantes analizaron el caso y acordaron que esa no era la forma de hacerlo, pero el domingo la misma persona parece que volvió a emplearse con contundencia, hasta el punto de herir a un compañero. En próximos días habrá reunión de los colectivos de Arde Lucus para tratar la participación de este tipo de personas en una recreación.

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