La socialista Méndez retiene la alcaldía y ahora busca la estabilidad con el BNG

Marta de Dios Crespo
MARTA DE DIOS LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

OSCAR CELA

El PP, la lista más votada, ya anticipa una oposición dura al bipartito lucense

16 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La socialista Lara Méndez repite como alcaldesa en Lugo. Lo ha conseguido gracias a los votos de los cinco concejales del BNG, que ayer le dieron su apoyo en el pleno de la toma de posesión. Gobernarán los próximos cuatro años bajo la fórmula de un bipartito, con un reparto de áreas negociado tras las elecciones del 26 de mayo y con la estabilidad como meta tras un mandato en minoría.

«Que cando volvamos a vista atrás, o Lugo que construímos entre todos sexa moito máis rico e orgulloso do seu», deseaba Méndez en su primer discurso tras la promesa del cargo. Cree que la ciudad de las murallas «debe contar con infraestructuras que nos sitúen de cheo no século XXI» y para lograrlo, dijo, el Concello le tenderá la mano al resto de Administraciones. Liquidar las deudas históricas con la ciudad, el desarrollo de un Lugo verde y la gobernanza social intergeneracional serán las máximas de su gobierno.

La toma de posesión dejó detalles llamativos. Los cinco ediles nacionalistas acataron, «por imperativo legal» y con el Sempre en Galiza de Castelao en la mano, su cargo de concejales «para servir aos lucenses e a Galicia». El primero fue el futuro teniente de alcalde, Rubén Arroxo, que recibió la recriminación de algunos de los nuevos concejales por la fórmula elegida. Muchas caras nuevas en la corporación lucense para los próximos cuatro años. Hasta 17 de los 25 ediles que conforman la misma se estrenaron ayer en el consistorio.

«Temos moita ilusión nestes catro anos que comezan, fixemos ata agora unha oposición propositiva e entendemos que o máis importante que precisa agora Lugo é avanzar. Dende o goberno teremos a oportunidade de levar adiante todas estas cuestións que cremos que van facer que Lugo funcione», valoraba Rubén Arroxo a las puertas del salón de plenos y acabado el acto.

Menos optimista fue el Partido Popular. Encabezará una oposición dura y ya dejó los primeros gestos de su desencuentro con el equipo que se pondrá al frente del gobierno local. Su bancada fue la única que no aplaudió cuando se le entregó el bastón de mando a Lara Méndez, que sí contó con la felicitación «cordial» de Ciudadanos.

«Todo apunta a que este novo mandato vai ser máis do mesmo», lamentaba Ramón Carballo. El líder del PP en la corporación reprochaba a la nueva alcaldesa un discurso «pobre» y a sus socios de gobierno las formas que mostraron en la toma de posesión. Olga Louzao, por la formación naranja, aseguraba: «Queremos ser optimistas e esperamos que o novo goberno asuma a responsabilidade».