La parte izquierda de la calzada está llena de baches y badenes porque los conductores escapan de la derecha, donde hay coches aparcados y la zona ciclable
05 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La Ronda do Carme de Lugo ciudad comienza a sufrir los efectos del cambio que circulación que supuso hace tres años la construcción del carril bici y de una línea de aparcamientos paralela que dejó esta vía de la histórica segunda ronda en un único vial por dirección. Además de las habituales retenciones de tráfico a determinadas horas punta (especialmente los viernes, entre las 14.00 y las 14.45 horas), los conductores llevan semanas sufriendo los enormes baches y el hundimiento de la calzada.
Un conductor, por inercia y seguridad, habitualmente cuando circula por una vía tiende a inclinar el vehículo hacia la parte derecha, donde tradicionalmente está el arcén o la acera con bordillo, y así evita colisiones con vehículos que vengan de frente o que estén adelantando. Esto provoca un mayor desgaste en la parte derecha de las vías.
Pero en el caso de la Ronda do Carme todo ha cambiado desde que en el 2021 se instauró el carril bici. Los conductores que circulan a diario por esta vía pueden comprobar como la parte izquierda de la única calzada que ha quedado habilitada, y pegada a la mediana, está en algunos puntos impracticable por los baches en el firme, por las losetas de evacuación de agua rotas o por el hundimiento de la vía (creando pequeños badenes).
Los conductores se apartan de la zona derecha de la ronda para evitar las puertas abiertas de los vehículos aparcados donde antes había un carril de circulación, así como el carril bici, por lo que la zona izquierda está reventada. Pero ante el incremento de los baches, se están produciendo escenas peligrosas, ya que hay conductores que para esquivar un bache dan un pequeño volantazo que puede coincidir con la apertura de la puerta de un vehículo aparcado.
Zonas más dañadas
Los daños más significativos se pueden apreciar en las intersecciones de la Ronda do Carme (donde se producen giros, y frenadas), en la vaguada de la vía (se acumula más agua y el drenaje es más débil) y a la altura del edificio de «coliving» que rehabilitó el Concello, y que supuso un incremento de vehículos pesados que afectaron al firme de la ronda.
La Ronda do Carme es una de las vías con más densidad de tráfico de la ciudad, por lo que los problemas de mal estado de la calzada irá en aumento. Cuando hace tres años, con los fondos europeos Edusi, se hizo el carril bici, se repavimentó toda esta ronda, pero poco ha durado el nuevo firme.
La Concellería de Infraestruturas tiene habilitada una partida de 200.000 euros para reparar los baches que cada vez están creciendo en la ciudad. Reconoce que las condiciones meteorológicas de este invierno han aumentado los daños en las calzadas.