Donde ver un bosque verde en otoño

fernanda follana LUGO / LA VOZ

MEIRA

f. follana

Área recreativa de A Cortevella en Baleira: Pasear en un bosque de ribera con varias especies de árboles autóctonas es un privilegio

19 nov 2019 . Actualizado a las 10:43 h.

El área recreativa de A Cortevella (Baleira) merece más fama de la que le dio hace unos años el controvertido ascensor para bajar las meriendas al río el día de la romería. Este hermoso paraje fluvial está en el interior de un pronunciado meandro que forma el río Eo a pocos kilómetros de su nacimiento, en Fonteo; continuando desde esta pequeña población de Baleira la carretera hacia Meira pronto se alcanza el desvío perfectamente señalizado que conduce a A Cortevella.

Uno de los atractivos de A Cortevella es su bosque de ribera, donde reina el gran desconocido de los árboles autóctonos en la montaña: el aliso, o amieiro en gallego. Habiendo escuchado cien veces su nombre y otras tantas avistado su porte de apariencia común, puede que no seamos capaces de identificarlo. Paradójicamente, sin embargo, tiene una característica que lo hace peculiar y el aliso protagoniza cada año un curioso fenómeno. En estos días finales de noviembre, en A Cortevella, aún llegamos a tiempo para ver cómo el verde intenso de sus hojas destaca entre los ya mustios ocres otoñales de sus compañeros de ribera. Porque siendo también el aliso caducifolio, sus hojas permanecen verdes hasta el mismo momento de su caída, y resulta esta una imagen épica: como la juventud truncada de un héroe griego muerto en combate, así se va el aliso hacia el invierno, resistiéndose hasta el último minuto a sucumbir al ciclo implacable de las estaciones del año.

Usos del aliso

Encontraremos al aliso metido casi en el lecho de nuestros ríos, enterrando sus raíces en las aguas cristalinas, corrientes y limpias, quien sabe si en busca del elixir de la eterna juventud. Su madera, bien adaptada a la humedad, se utiliza además de para hacer zuecos, en la construcción de palafitos y abunda en las casas de Venecia. El nombre científico del aliso es alnus glutinosa, haciendo el apellido referencia a una sustancia pegajosa que impregna sus hojas, por lo que se utilizan asiduamente como atrapamoscas.

Un afloramiento rocoso atraviesa y divide la pequeña península fluvial en la que se ubica el área recreativa.

Paseo por la orilla

El paseo sin desnivel entre barandas y pasarelas recorre la orilla del meandro, rodeando la pared rocosa y, tras 800 metros conduce al visitante, seguramente sorprendido, nuevamente al lugar de partida: un espacio bucólico, arbolado, con mesas y bancos de granito, hórreo, ouriceiras y, como no, el insólito ascensor, vestido en una bonita funda de madera, que no consigue ocultar la herrumbre que asoma. El elevador salvaría, si funcionase, los aproximadamente diez metros de desnivel hasta el aparcamiento para terminar la visita ascendiendo al magnífico mirador desde donde un franciscano esculpido en piedra contempla el paisaje abrupto de meandros y peñas que esculpe el río Eo en lo más alto de su curso.

Este lugar recibe asiduamente, sobre todo en primavera y verano la visita de numerosos visitantes de Baleira y otros concellos, que acuden a disfrutar en este lugar idílico.

Este lugar es cita obligada de reuniones familiares en época estival

El mirador, con una estatua de piedra de un franciscano, permite contemplar un bonito paisaje