Con 22 años y al frente del histórico Bar García de Monterroso

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

MONTERROSO

Ana Vázquez, con 22 años, se ha hecho cargo del Bar García de Monterroso
Ana Vázquez, con 22 años, se ha hecho cargo del Bar García de Monterroso Carlos Castro

Una joven de Antas reabre el centenario bar del centro de la villa y mantiene su espíritu antiguo

20 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Si hay un lugar en la comarca de A Ulloa que ha servido de punto de encuentro para cientos de vecinos durante el paso de las décadas se podría decir que el Bar García, en Monterroso, estaría entre los favoritos. Su ubicación en un cruce de caminos entre Palas de Rei, Antas de Ulla y Taboada, su lugar estratégico junto a la N-640 y su ubicación al lado de la Casa Consistorial y cerca de la feria de Monterroso han jugado a su favor durante el siglo que lleva abierto.

Después de dos años cerrado y con los albores del fin de la pandemia una joven de Antas de Ulla se ha atrevido a reabrirlo. Se llama Ana Vázquez, tiene 22 años, y tras una experiencia de unos cinco años en la hostelería local de su municipio (entre ellos, el restaurante As Canteiras) abrió hace algo más de una semana el mítico Bar García: «Era moi triste pasar por Monterroso e velo pechado, así que coa axuda de varias persoas animeime a abrilo», explica la actual responsable del bar.

Y por lo que parece la experiencia está siendo muy satisfactoria y la clientela está respondiendo, además, por lo que comenta Ana, de edades variadas y dependiendo de las franjas horarias del día. «É un local que pola súa historia e a súa situación chama a atención, e a xente que entra xa me di que é unha alegría volvelo a ver aberto».

Ana Vázquez quiere orientar este negocio hostelero para adaptarlo a las necesidades de diferentes momentos del día. Así, señala que ha hecho una apuesta por los desayunos, «porque en Monterroso non había un lugar para almorzar que non fose de xeito industrial, e por iso ofrecemos pratos caseiros, feitos por min, como tortas, gofres, chocolate con churros, salgados ou pan con aceite».

Esta faceta de desayuno le está, explica, reportando mucho éxito porque numerosas personas que atraviesan Monterroso para ir a trabajar ya tienen un lugar para detenerse a tomar algo antes. Por otra parte, ofrecerán chocolate con churros para los niños y jóvenes de la zona, además de la clientela fija que tenía el Bar García, los mayores que juegan las partidas de cartas. 

Mantener la esencia del local

Una cuestión que sí decidió la nueva arrendataria del Bar García fue la de mantener la esencia de local antiguo: «Tiña claro que o local ten un pasado histórico e que non o pode perder. Abandonar esa tradición e meterlle cousas modernas sería ir en contra da súa esencia, dos veciños de Monterroso e da propia feitura da fachada, de pedra, cun portalón antigo que non invita a facer transformacións tan modernas», explica Ana Vázquez, quien decidió que tampoco se cambiaría el nombre del local, que lleva el apellido de su fundador, Antonio García, allá por 1920.

Detalle de la mesa de hierro forjado y mármol
Detalle de la mesa de hierro forjado y mármol Carlos Castro

«Este sempre foi un local dos veciños da vila, que o viron como seu, e ademais o lugar emblemático para quedar moitos veciños dos concellos limítrofes», explica Ana Vázquez. Ella misma, recuerda de niña y de adolescente entrar en el Bar García cuando venía con su familia de su Antas natal hasta el centro de Monterroso. Ahora, con sus 22 años, no le mete ningún miedo hacerse cargo de un bar de referencia: «Nesta vida hai que arriscar, e tiven e teño moitas axudas da xente, pero para coller impulsos hai que facer cambios», reflexiona. 

Pedrayo, Risco y Ben-Cho-Shey

Antes de que fuese conocido como Bar García fue hotel hasta los años 50, primero con el nombre de Palace y luego con el más adaptado de Palas. En él se alojaron en 1927 Otero Pedrayo, Ben-Cho-Shey y Vicente Risco en su camino a San Andrés de Teixido. En la crónica de aquel viaje que hizo Pedrayo se destaca «a grande fame ouveante» con la que llegaron a Monterroso, donde la van a reparar en el Hotel Palas «cunha cea feudal a base de troitas, xamón, bo viño e unha auga que somentes ten comparanza ca do monte Barbeirán en San Pedro de Rocas».

Pedrayo dedicó al jamón de Monterroso un poema, que puede leerse en la placa que hay en la fachada del García: «Groria do porco, frol da invernía,/ Sona da casa, lapa da carne/Xamón...».