Páramo quita a Láncara la estación del AVE que acabó en la aldea del alcalde, de 30 casas

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

O PÁRAMO

ALBERTO LÓPEZ

La instalación fue «plantada» en el medio de la nada y lo más próximo es un molino parado

10 ene 2017 . Actualizado a las 22:16 h.

Hace más de 140 años que el tren pasa por la provincia de Lugo y nunca el municipio de O Páramo tuvo estación. Ahora sí. Ahora, la tiene en Moscán, el pueblo del alcalde, un núcleo de 30 casas, con bastantes ya cerradas. Es la única estación que posee la provincia de Lugo para un AVE que no acaba de llegar. El inmueble está a unos diez kilómetros de la capital lucense y a cinco de Sarria. Lo más próximo que tiene en sus cercanías es un molino que no funciona. Las casas con vida más cercanas se encuentran a casi un kilómetro.

«A estación estalle no pobo do Sindo», contesta una mujer en Pobra de San Xiao, el núcleo que tuvo estación y que ahora se quedó sin ella. Sindo es Gumersindo Rodríguez Liz, el hombre que gobierna O Páramo desde hace unos veinte años. «Xa ve o que leva. Vai facendo as cousas que lle pedimos, pero ás veces non moi axiña», aseguran en Moscán, su aldea.

Lo de la estación de Moscán, parece un calco de la de Otero de Sanabria, el pueblo zamorano de 30 habitantes que ADIF, el gestor de infraestructuras ferroviarias, y el Ministerio de Fomento convirtieron en noticia mundial por plantar allí la terminal ferroviaria. Moscán tiene más habitantes, pero tampoco es para tirar cohetes. «Temos unhas trinta casas, máis ou menos, pero unhas seis ou sete están pechadas. Xa se sabe o que pasa», recordaron ayer unos vecinos del lugar que pasaban la tarde en un cruce de caminos que hay en medio del pueblo que lleva el nombre de Santa María Madanela.

En Moscán está levantado un edificio al lado de la variante ferroviaria. En la zona, no saben qué acabará siendo. Todos le llaman la estación y a partir de ahí ponen la retranca. «Se cadra non vemos pasar nunca o tren por aquí e se circula, veremos se para», dicen. Y razón no les falta porque las obras de la variante de Pobra forman parte de una historia interminable.

«Non o veremos»

Algunos de los residentes en Moscán, que siguieron muy de cerca el desarrollo de las obras de la variante ferroviaria, dicen categóricos: «Non o veremos». Se refieren al AVE. No aciertan a comprender cómo el Estado puede enterrar el dinero haciendo una estación en un sitio en el que no habrá viajeros y en el que no tiene ningún sentido que pare ningún tren de alta velocidad si algún día llega.

«¿Vostede entende algo? Pechan a estación da Pobra, que tivo un grande movemento no seu tempo. Agora non para o tren e resulta que poñen unha estación no medio do monte», plantea un vecino del otro municipio, el de Láncara. Es el río Sarria el que hace de frontera entre los dos concellos.

Ayer, unos soldadores daban los últimos retoques a unas barandillas exteriores del edificio que parece acabado y al que se accede por unas escaleras. Tiene ya luz y en su entorno posee más farolas que casi todo el núcleo de Moscán.

Casi diez años para un tramo de 7 kilómetros que sigue sin acabar

Las obras de la variante ferroviaria de Pobra de San Xiao llevan ya casi nueve años iniciadas y todavía no se espera su fin , aunque Fomento anunció su conclusión para el año pasado. Está acabada la plataforma y el montaje de la vía, pero todavía queda mucho por delante. Una vez rematados los trabajos, será necesario hacer las pruebas de circulación con los trenes.

Y del uso final del polémico edificio poco se sabe. Algunos especialistas en cuestiones ferroviarias barajan la posibilidad de que fuera contemplado a modo de Puesto de Adelantamiento y Estacionamiento de Trenes (PAET), pero en una línea en la que el tráfico va a ser muy escaso no tiene demasiada lógica llevar a cabo la inversión. Tampoco la tiene como sustitución de la estación de Pobra de San Xiao ya que es totalmente irracional que pare un tren de alta velocidad diez minutos después de haber arrancado en Lugo. En el caso de que haya algún viajero de los escasos trenes regionales que opte por apearse en el medio del monte, bastaría con una simple marquesina como las de los autobuses, a modo de apeadero, aseguraron algunos expertos.

La estación está a 1,6 kilómetros de distancia de la actual de Pobra de San Xiao y a casi un kilómetro de Moscán.