La A-54 arranca lastrada por la velocidad reducida a 100 k/h

Suso Varela Pérez
SUSO VARELA LUGO / LA VOZ

PALAS DE REI

CARLOS CASTRO

Gran parte del trazado estará limitado igual que la carretera N-547

03 ago 2015 . Actualizado a las 21:05 h.

A finales de año está previsto que entre en funcionamiento un nuevo tramo de la autovía de Lugo a Santiago (A-54), entre Guntín y Palas de Rei. Algo más de 15 kilómetros que estarán marcados, en buena parte, por la limitación a 100 kilómetros por hora, tal y como ya sucede en los diez kilómetros del tramo entre O Picato y Guntín y que han dejado desconcertados a un buen número de conductores.

Pero esta limitación de velocidad que se impone a esta vía no acabará en los citados trazados. Aunque aún quedan varios años para su apertura final, los 28 kilómetros entre Palas y Arzúa tienen estipulados en su proyecto de licitación, tal y como recoge la declaración de impacto ambiental, una limitación de cien kilómetros por hora. Con lo que si las normas no cambian, más de 50 kilómetros de la A-54 tendrán limitada la velocidad.

La normativa, especialmente la de carácter europeo, obliga en diversos trazados a limitar la velocidad a 100 por hora, en vez de los 120 por hora genérico de las autovías, porque se atraviesa zonas ambientalmente protegidas (como el LIC de O Careón), por espacios agrícolas, por viaductos (como el del espectacular del río Ferreira, con pilas de hasta 55 metros) o por simple trazado de las curvas, aunque en el caso de la A-54 nunca se supera el 5% en la pendiente. En la inauguración del tramo entre O Picato y Guntín ya se apuntó que de momento seguirá a 100 por hora a la espera de un cambio normativo.

Esta limitación sorprende a los conductos porque la carretera a Santiago, la N-547, tiene numerosos tramos limitados a 100 por hora, igual que la autovía paralela, y además en la nacional se puede superar en 20 k/h en los adelantamientos, algo que no está permitido en la autovía.

Avanzan a buen ritmo las obras de la LU-12, que unirá Esperante con la autovía

Fomento tiene intención de abrir a inicios de otoño los algo más de tres kilómetros de la LU-12, que unirá la N-547 en Esperante con la A-54, a la altura de la carretera de Portomarín. Las obras están muy avanzadas, con el asfaltado terminado, pero a la espera de pintar y rematar toda la señalización, así como otros materiales de seguridad.

Los conductores de la carretera de Santiago ya están usando un nuevo trazado que se ha construido de la N-547 y que desemboca en una gran rotonda que dará acceso a la citada LU-12.

También se están configurando las vías de servicio para dar atención a las empresas de la zona. Precisamente el trazado de la hasta hace unos días N-547 pasará a ser una vía de servicio, respetando incluso un poste en el que anidaban desde hace años varias cigüeñas.

La asociación de empresarios de la zona solicitó mejoras en este trazado de servicio para tener buenos accesos a sus negocios.

Mañana se espera que los presupuestos den un impulso para terminar la autovía

El Gobierno presentará mañana en el Congreso las cuentas del Estado del 2016 y en ese momento se conocerá la inversión prevista por Fomento para las infraestructuras lucenses. Salvo sorpresa, se espera una gran inversión en los tramos de la A-54 que quedarán en obras, el de Arzúa-Lavacolla y el presupuesto suficiente para comenzar los trabajos en los tramos aún sin licitar, desde Palas de Rei hasta Arzúa.

También se verá si Fomento da continuidad a las obras de la A-56 en Carballedo y retoma la autovía de Lugo a Ourense o si solo se quedará en los actuales trabajos. También se espera algo de dinero para la mejora de las carreteras nacionales.

En cuanto a la alta velocidad ferroviaria, sería una sorpresa que se presupuestasen cantidades elevadas para el AVE de Lugo a Ourense.