La sociedad realiza la recría de los animales en sus naves desde el inicio y vende unos 7.000 litros de leche al día
12 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Cinco ganaderos vecinos acuerdan unirse. Ya comparten trabajos que son comunes a cualquier explotación; pero van más allá y crean una sociedad: levantar naves, comprar vacas para tener más cabezas que las aportadas por cada uno o alquilar terreno para disponer de más fincas de cultivo fueron algunos de los pasos que se dieron en los primeros tiempos.
Hace 25 años, en la parroquia polense de San Andrés de Ferreiros, surgió Chaín. Los cinco promotores tenían experiencia en el sector, aunque tuvieron que afrontar nuevos retos. Hace unos 20 años, empezaron a trabajar los primeros empleados; luego se construyeron naves para que la recría de las novillas se efectuase en instalaciones propias. La explotación tiene hoy 220 reses en ordeño, 200 novillas y unas 30 vacas secas; la producción diaria se sitúa entre 7.000 y 8.000 litros.
De Zaragoza o de Francia llegaron, en los primeros tiempos, las vacas compradas para aumentar el número de cabezas: en aquellos tiempos, por una vaca frisona de calidad se pagaban 120.000 o 130.000 pesetas. La recría en la explotación es una realidad desde el comienzo, continuando la línea que ya seguían en sus granjas individuales.
José Manuel Parajes, único de los socios fundadores todavía en activo, cree que así es menor la probabilidad de que los animales contraigan enfermedades como la tuberculina. Por otro lado, todos los animales que hay en la cooperativa, más de 400, nacieron en las instalaciones: hace alrededor de diez años que no se compra ninguna cabeza fuera.
La historia de estos 25 años está a punto de abrir un nuevo capítulo, puesto que la cooperativa está en venta, como ya publicó ayer este periódico. Fueron tres las ofertas presentadas, y el futuro inmediato dirá si cuaja alguna de ellas y la entidad pasa a nuevas manos.
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Volvería
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José Manuel Parajes, que tiene 63 años y que acumula décadas de contacto con el medio rural, no duda en asegurar que no se arrepiente del paso dado a comienzos de los 90. «Volvería; e coma min, penso que os demais, Pero chega un momento no que hai que facer algo», opina.
En todo este tiempo ha habido cambios en el campo y distintos avatares para sus protagonistas. Fue necesario comprar cuota, que se empezó pagando a 30 pesetas por litro y se acabó abonando a 70. Parajes cree que el comienzo de una experiencia como esta no es el momento más complicado: «O primeiro e o segundo ano non son os máis duros», dice.
Años de precios bajos
Reconoce que los años recientes han tenido dificultades, sobre todo por el bajo precio de la leche: el litro, recuerda, llegó a pagarse a 26 o 27 céntimos, aunque ahora ha subido un poco y se mueve alrededor de los 30. Algo que también cree es que ninguno de los ganaderos habría llegado al actual nivel de Chaín si hubiesen continuado en solitario.