El «Juego de Tronos» del Concello de Sarria

Xosé Ramón Penoucos Blanco
x. r. penoucos LUGO / LA VOZ

SARRIA

OSCAR CELA

La lucha por la alcaldía presenta varios frentes y muchas incógnitas sobre posibles alianzas

15 abr 2016 . Actualizado a las 22:20 h.

Los contactos para estudiar la presentación de una moción de censura en Sarria pusieron al descubierto que la operación es mucho más que una simple regla matemática para sumar los nueve concejales que harían falta para obtener la mayoría debido a las discrepancias en la oposición esencialmente sobre la persona que debería de recoger el bastón de mando.

PP

Firmes con su líder. El Partido Popular local y el provincial apoyan, con la única salvedad del concejal Manuel Sangil a José Antonio García. El problema es que los dos ediles de Compromiso por Galicia no ocultan que no les sirve como alcalde. Si los populares se obcecan en este candidato la situación parece no tener visos de salir adelante.

Mayoría

Muchas combinaciones. El PP no cuenta, de momento, con el apoyo de Manuel Sangil, por lo que sus 6 ediles más los 2 de CxG no bastan para firmar el documento que desbancaría al gobierno. La única opción que tienen es olvidarse de Sangil y sumar al independiente José Manuel Bello a la causa. La operación parece surrealista, pero en la política sarriana todo está permitido en las dos últimas décadas y no extrañaría a nadie un nuevo pacto contra natura entre formaciones muy distintas.

Relaciones

Escasa afinidad entre la oposición. Las relaciones personales no son precisamente cordiales entre la decena de miembros de la oposición y muchos no están dispuestos a colaborar para que alguien con el que no tienen mucha afinidad alcance cuotas de poder en el Concello. Los egos personales son en este caso un notable escollo.

Protagonistas

Demasiados actores secundarios. La decena de ediles no son los únicos personajes que participan en este episodio de Juego de Tronos en versión sarriana. Los actores secundarios, alguno de ellos con papel relevante no hace tanto, que se mueven entre bambalinas están interfiriendo con sus consejos y comentarios a diestro y siniestro en las negociaciones, consiguiendo que la situación se complique todavía más. Los continuos dimes y diretes de afines a los respectivos partidos tampoco son positivos.

Elecciones

El PP no está dispuesto a asumir riesgos. En un año electoral en el que, como mínimo, habrá elecciones autonómicas y muy posiblemente se repetirán las generales, una moción de censura en un ayuntamiento importante y en uno de los grandes graneros de votos para el PP en la provincia no ayudaría en nada a los populares en estos momentos. Ese es uno de los motivos por el que no se están acelerando las gestiones encaminadas a firmar la moción de censura.

Presión popular

Rechazo bastante notable. La posible presentación de una moción de censura solo es vista con buenos ojos por los más fieles, además de menos críticos, de los simpatizantes de los partidos que están actualmente en la oposición, mientras que al resto no acaba de convencerlos el posible acuerdo. Los vecinos que no están alineados con ninguna formación tampoco están por la labor de agitar aún más la situación política.