Una cárnica compró tres ejemplares de más de mil kilos cada uno, sin castrar, de entre cinco y seis años
04 dic 2018 . Actualizado a las 14:11 h.Una industria cárnica de Salamanca compró en una explotación de vacuno de Sarria tres toros de raza rubia gallega, de entre cinco y siete años de vida. Los ejemplares no están castrados y que hasta hace cuatro meses estuvieron cubriendo a las hembras de un rebaño de 140 reses de la ganadería Montero, de la parroquia de Albán. El propietario, Manuel Montero, realizó el trato con un intermediario que andaba buscando ejemplares de este tipo para la cárnica.
Dos de los toros pesan alrededor de 1.400 kilos y el tercero, sobre mil kilos. Montero separó a los machos de las hembras en el pasado mes de agosto para que cogieran peso con alimentación suplementaria de hierba seca, silo de maíz y pienso de cereales.
Manuel Montero tiene una granja con 140 vacas, repartidas en tres rebaños. Cada uno de ellos tenía su propio semental. Ahora está criando dos porque su intención es la de unir los tres en dos grupos. También está valorando hacerse con ejemplares castrados, que tienen una mejor salida en el mercado que los que no lo están. Inicialmente, según explicó, la idea es empezar con una pareja. Dependiendo de los resultados, podría plantearse ampliar el número.
«Se estes estiveran castrados -señaló- coa venta dos tres sacaría un bo capital». Pese a ello cuenta que cada uno de los toros le reporte unos ingresos de unos 2.100 euros porque en canal pesarán unos 700 kilos.
Destino Mozarbez
El dinero que confía en obtener por la venta de los ejemplares supone una cuarta parte de lo que le pagaron en el año 2011 por la venta de Pastora, la que fue catalogada como la vaca más grande de Galicia. Era también una rubia gallega, de 7 años de vida y 1,60 metros de alto. Por ella le pagaron en su momento 8.000 euros. Se la compró la empresa Gutrei, de Monforte, que está especializada en la comercialización de vacuno mayor selecto. Pastora cumplía, con creces, los requisitos exigidos. Finalmente sus chuletones los saborearon los clientes de un restaurante del barrio de A Ponte.
Los tres toros serán trasladados mañana a una industria cárnica de Mozarbez, en Salamanca, para su sacrificio.