El busto de Fraga, un homenaje popular de los vilalbeses con cuotas de 50 pesetas
VILALBA
La colocación fue promovida por vecinos tras gestiones del político por su villa
03 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Manuel Fraga que nació en la carretera —nombre con el que era conocida popularmente la travesía principal de Vilalba, hoy rúa da Pravia— logró, casi 50 años después, que su figura fuese reconocida por sus vecinos. El homenaje al político cristalizó, a finales de los sesenta, con la colocación de un busto en la alameda Basanta Olano, frente a la casa natal.
El elemento ha estado envuelto en polémica varias veces. La más reciente tuvo lugar en el pleno del jueves, en el que el BNG propuso la retirada del busto y el cambio de nombre de la Cidade Cultural Manuel Fraga basándose en la Ley de Memoria Democrática. Otras veces fue sustraído y pintarrajeado.
La colocación tuvo lugar en 1970. Entonces Fraga llevaba alrededor de un año alejado de la primera línea política en el franquismo, en donde había llegado a ser ministro de Información y Turismo. No obstante, en Vilalba parecía pesar más el recuerdo de gestiones realizadas en favor de su localidad natal que el relativo eclipse de su figura.
Como agradecimiento, en la capital chairega se puso en marcha la campaña «Homenaje al Excelentísimo Señor Don Manuel Fraga». La construcción correspondió al artista extremeño Fernando Mayoral (1930-2022), que llegó a ser profesor de Escultura en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca. Para sufragar los gastos se acordó establecer una cuota única de 50 pesetas a la que se sumaron centenares de vecinos.
La Vilalba que a finales de los sesenta pasaba a contar con un busto de uno de sus hijos más conocidos estaba disfrutando de nuevos servicios. En 1966 se había inaugurado el campo de la feria, antes situado en la parte alta de la actual plaza de la Constitución. En 1967 había empezado a funcionar la Hostería de los Condes de Vilalba, primera denominación del Parador, que aprovechó la torre de los Andrade. En 1968 se había inaugurado la Ciudad Cultural Manuel Fraga, denominación que abarcaba el primer grupo escolar (hoy CEIP Mato Vizoso), el Instituto Técnico (hoy IES Basanta Silva), las viviendas de profesores y la Biblioteca Municipal. Cuando esas gestiones empezaron a encauzarse, era alcalde Filiberto Álvarez Marín; cuando el busto se instaló en la alameda, presidía la corporación Suso Gayoso, que en los años ochenta sería diputado autonómico por Alianza Popular.
Hace más de 50 años, ya Perbes (Miño) era la localidad de veraneo de Fraga, que, de todos modos, no se olvidaba de su lugar de origen. No es difícil adivinar su influencia en esas gestiones, como también lo fue para la construcción de un nuevo cuartel de la Guardia Civil, todavía en uso. Su presencia en el San Ramón, que se hizo habitual en su etapa de presidente de la Xunta, ya tenía lugar también en esos años, en los que Vilalba acogía actuaciones de los Festivales de España durante las fiestas, que además contaban con una subvención del Ministerio de Información y Turismo.
La colocación del busto no era el único homenaje que recibía en esos años: en 1967 había sido nombrado socio de honor de la Unión Villalbesa y su comarca, con sede en La Habana. Además del descubrimiento del busto, hubo también una comida en el pabellón polideportivo, con asistencia de centenares de personas.
Una comisión decidirá sobre el callejero local
Del busto y del nombre de la Cidade Cultural se ocupará una comisión. Así lo anunció, en el pleno de anteayer, la alcaldesa, Marta Rouco (PSOE), en respuesta a la intervención del edil del Bloque. El futuro de otros nombres del callejero que se consideran incompatibles con la Ley de Memoria Democrática también será analizado por ese comité. Rouco desveló que se trabajaba para reparar la memoria de vilalbeses represaliados por el franquismo.
Enfrente, una fundación que divulgaría su memoria y con escasa actividad
En el 2004 se presentó la Fundación Manuel Fraga. Logró que la casa natal del político, situada frente a la alameda donde se colocó el busto, se acondicionase como sede y acogiese buena parte de la biblioteca y del fondo documental del político. Sin embargo, nunca logró articular una actividad estable, algo que se fijaba como un objetivo cuando la entidad se presentó en la capital chairega, más allá de las gestiones relacionadas con la adquisición y con el acondicionamiento del inmueble, al que se le añadió otro con fachada en la rúa Porta de Cima. En febrero del año pasado murió el economista y catedrático Juan Velarde, que era presidente de la fundación desde sus inicios.