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Grecia y España, juntas en el naufragio de su flota pesquera

Torcuato Teixeira SECRETARIO DE LA FUNDACIÓN FREMSS

SOMOS MAR

20 jul 2015 . Actualizado a las 13:05 h.

Según datos de Eurostat, Irlanda ha pasado de disponer de una flota de 1.580 buques de pesca a una flota de 2.239 en el 2012. Y Gran Bretaña, en ese mismo período, ha saltado de 7.554 embarcaciones a 6.406, cifras sin duda de envidia para el sector pesquero español.

Unos incrementan flota y otros apenas reducen, manteniendo pues el potencial pesquero de ambos países en una salud encomiable.

España ha recortado entre el 2001 y el 2012 un 37 % su flota pesquera. De casi 16.000 buques ha pasado a tener apenas 10.000 en el 2012. Solo Grecia ha sufrido en la Unión Europea una reducción de flota en parangón con el Estado español.

El «corralito» de la estabilidad relativa

España no ha pedido el rescate para su sector pesquero, pero tal vez la flota también necesite disponer con urgencia de liquidez y no precisamente de euros, sino de cuotas de pesca, que hagan que este corralito en el que llevamos desde 1986, llamado criterio de estabilidad relativa en el reparto de cuotas de pesca en la UE, deje por fin a las empresas armadoras desarrollar su actividad con perspectivas de rentabilidad y sostenibilidad.

Por ello, iniciativas como la que está llevando a cabo el sector español a través del Consejo Consultivo Regional (CCR) de Aguas del Sur con la propuesta de un lan Plurianual para el Cantábrico-Noroeste, que puede suponer un incremento de cuotas de pesca para la flota de esa zona, deberán ser la base para que España deje de estar a la cabeza de los Terminator de buques pesqueros junto con Grecia y empiece a parecerse a esas Islas del Norte.

La troika pesquera de la UE no puede seguir asfixiando a la flota de España, y el sector español tiene la responsabilidad de impedir que, por inacción de unos y otros, al final pasemos de ser líderes en pesca a líderes en turismo mariñeiro.