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Pósitos gallegos analizarán cómo afectan al marisco los 1.100 vertidos que hay en Galicia

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

MARTINA MISER

 El plan de acción de marisqueo que ha diseñado la Federación Galega de Confrarías entra ahora en una fase más de análisis y ejecutiva

01 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya está constituida la mesa de marisqueo, la de furtivismo y, desde ayer, existe ya la dedicada a la calidad de las aguas. El plan de acción de marisqueo que ha diseñado la Federación Galega de Confrarías entra ahora en una fase más de análisis y ejecutiva en la que los actores implicados analizarán por zonas los aspectos más problemáticos que están lastrando la actividad extractiva.

Alrededor de esta última mesa -que después se ramificará en 13 más pequeñas, una por cada área analizada- se sentaron ayer la alcaldesa de Marín, representando a la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), los presidentes de las federaciones provinciales de cofradías y el de la gallega, el director de Augas de Galicia y la directora del Intecmar.

Ni que decir tiene que la calidad de las aguas es una de las principales preocupaciones para los mariscadores, preocupados por los vertidos, las deficiencias en la depuración, los embalses... El director del ente autonómico que vela por los recursos hídricos gallegos puso sobre la mesa el plan de control de vertidos de Galicia, en el que hay inventariados 1.100 vertidos. Según explicó en el foro, de ese total, 700 no rebasan los parámetros permitidos por los organismos comunitarios y otros 300 están fuera de esos límites, aunque se está trabajando para subsanarlos. En cuanto a los cien restantes, se desconoce el nivel de contaminación y está en investigación.

Zonas C

De todos modos, los representantes de la Administración señalaron que desde el 2009 hasta ahora ha habido mejoras en la calificación de zonas de marisqueo. Así, expusieron que ha disminuido el número de áreas incluidas en zona C -con niveles de contaminación microbiológica tan elevados que el marisco de esos suelos solo puede ir a la transformación-, así como la superficie afectada por esa catalogación.

En las 13 mesas de trabajo que arrancarán en octubre se analizarán ahora esos 1.100 vertidos detectados, ampliar el inventario si hay más y buscar fórmulas de actuación para mejorar la calidad de las aguas gallegas.