Patrocinado porPatrocinado por

Bruselas reta a la FAO a implicarse más en el cierre de puertas a la pesca ilegal

espe abuín VIGO / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Oscar Vazquez

El comisario Vella lanzará una iniciativa para mejorar el gobierno de los océanos

09 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El comisario de Pesca, Karmenu Vella, llegó a Vigo tarde, pero pletórico. Traía de Valparaíso (Chile) el subidón de ver a tantos líderes mundiales dispuestos a actuar para conseguir unos océanos sostenibles y no veía el momento de ver convertidos esos compromisos en resultados. Vella ensalzó el Código de Conducta de Pesca Responsable, ese cuyo 20 aniversario le trajo por primera vez a Galicia y que, según dijo, ha servido de fuerte inspiración de la nueva política común de pesca. Ahí está el principio de precaución, el enfoque ecosistémico y lo de basar la gestión en las evidencias científicas, cuestión esta última en la que se van a gastar más de 500 millones de euros hasta el 2020: «Más que gastar, invertir, puesto que es una inversión», corrigió el maltés.

Ahora bien, a fin de cuentas la UE solo es responsable del 5 % de las capturas mundiales, así que debe salir al exterior para pelearse por conseguir la explotación sostenible de los océanos en todo el mundo. Vella aseguró que se está haciendo, ayudando a países a gestionar sus pesquerías y firmando acuerdos de asociación con terceros países en los que se dedican hasta 675 millones para combatir la pesca ilegal.

Pero aún queda mucho por hacer para conseguir que la pesca ilegal sea cosa del pasado. Como promover acuerdos con la FAO para evitar que se desembarque pescado procedente de la pesca ilegal, no regulada y no reglamentada (IUU, por sus siglas en inglés) e impedir que ese producto llegue al mercado, y por ello retó al organismo de Naciones Unidas. El eurocomisario también pidió a la FAO que «eleve el listón para conseguir un buen gobierno de los océanos», una búsqueda en la que Vella ya está involucrado y que comenzó con una consulta general sobre si las reglas y normativas existentes son eficaces para proteger a la industria pesquera y, si no, qué es necesario hacer para que lo sean. La recogida de respuestas se cerrará el día 15 y esas sensibilidades servirán para dar forma a una iniciativa política sobre qué debe la UE hacer para mejorar el gobierno de los océanos en el que, por cierto, la pesca es solo un actor más.

Pasos en Galicia y España

La fijación -comprensible, dada la magnitud del problema- de Vella con la pesca ilegal sirvió a Galicia y a España para sacar pecho y ensalzar los pasos que, en sus respectivos ámbitos competenciales, han dado para atajar las prácticas ilícitas en el sector pesquero.

La conselleira de Pesca, Rosa Quintana, certificó que ha descendido el furtivismo desde que la modificación del Código Penal convirtió en delito la reincidencia en esas prácticas irregulares. Y Galicia también colaboró siendo más que ágil a la hora de aplicar los reglamentos comunitarios para desalentar la pesca ilegal, mejorando sus protocolos para compatibilizar la labor de control con la normal actividad y operatividad de la flota.

No se quedó atrás la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, que enumeró todos los hitos y acciones contra la pesca ilegal, con las aplaudidas operaciones Sparrow 1 y 2 a la cabeza, para justificar que España esté considerada como «líder indiscutible en el control de la pesca».

El director de Oceanografía alerta de la grave disminución en el número de investigadores

Esos 500 millones que la Comisión Europea reserva para dotarse de informes científicos con los que dar una base a la gestión de los océanos llegan en un momento en el que los biólogos pesqueros están en vías de extinción. Puede que sea una exageración, pero es cuando menos preocupante que el mismo director del Instituto Español de Oceanografía (IEO), Eduardo Balguerías, advierta ante los 700 stakeholders -agentes de la pesca- reunidos en Vigo de que ha habido una «caída alarmante en el número de científicos» dedicados a la pesca, porque «no hay incorporaciones de científicos y las que hay no están interesados en la ciencia pesquera».

Y eso ocurre en un momento en el que, según Balguerías, la ciencia pesquera ha dejado de ser ciencia «es arte». Lejos quedan aquellos modelos sencillos en los que se hacía una prospección simple de cómo podría evaluar la biomasa. Hoy todo ha evolucionado y ha desembocado en un complejo sistema capaz de estimar la evolución de la biomasa, la mortalidad por pesca, puntos de referencia que marcan la dinámica de las poblaciones... Y ahora faltan cada vez más artistas. Y cuando más se necesitan, pues se está entrando en el futuro de la ciencia pesquera, esa que debe guiar «ya no la gestión ecosistémica, sino la gestión integral, porque hay muchos actores actuando en escena» en los que la pesca es solo uno más.

El código de pesca responsable, un éxito vigente 20 años después de su aprobación

Cuando en Galicia ahora se habla de que hay que salir al mar a pescar euros y no kilos, resulta que eso mismo lo decía la FAO, aunque con otras palabras hace 20 años. Eso es lo que plantea su Código de Conducta de Pesca Responsable, que se concibió al calor del Caribe, en Cancún, en 1992 y se aprobó el 31 de octubre de 1995. El texto ya advertía entonces de que la producción pesquera mundial no iba a crecer más y que la única manera de obtener más réditos es dando valor añadido a las capturas. Es por eso que los participantes en el congreso con el que se conmemora su aprobación certificaron ayer que a sus 20 años, el código sigue estando vigente, de plena actualidad. Lo hizo también el director general de la FAO, José Graziano da Silva, a través de un vídeo con el que abrió el evento. Y la conselleira de Pesca, Rosa Quintana, que ensalzó esa visión de futuro.

Hablar hace dos decenios del principio de precaución, de limitar el esfuerzo pesquero ajustando flota y recursos, sostenibilidad, acuicultura... parecía casi ciencia ficción y hoy son pan nuestro y rutina de la gestión pesquera. ¿Y ha tenido éxito? «Sin paliativos», incluso «se han superado las expectativas», aseguraba contundente Árni Mathiesen, subdirector general de Pesca de la FAO. No ha podido remediar la sobreexplotación de los caladeros, pero sí ha conseguido revertir la tendencia y estabilizar las capturas.

Y claro que 20 años después necesita una revisión, pero con unos cuantos cambios estará listo para celebrar el 40 aniversario.