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El pesquero pirata «Kunlun», detenido en Senegal para comprobar su bandera

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

El buque, supuestamente vinculado a Vidal Armadores, huyó en septiembre de Tailandia

10 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya no se llamaba Kunlun. Ni siquiera Taishan. Llegó a Senegal como Asian Warrior y bandera de Indonesia y, según la organización ecologista Sea Shepherd, eso fue lo que provocó su detención en el país africano para comprobar su bandera y su certificación. La noticia de su apresamiento la difundió ayer el capitán Sid Chakravarty, que participa ahora a bordo del Steve Irwing en la segunda parte de la Operación Icefish, que trata de frenar a los pesqueros piratas que capturan merluza negra ilegalmente en el antártico. Y el Kunlun, que tanto Sea Shepherd como otras organizaciones vinculan a la compañía ribeirense Vidal Armadores, es uno de ellos. Fue sorprendido en enero del 2015 por la Armada de Nueva Zelanda empleando sin pudor redes de enmalle, prohibidas en el área austral. En febrero fue descubierto por el barco Sam Simon, de los ecologistas, haciendo lo mismo, pero en aguas australianas. A finales de ese mes fue interceptado e inspeccionado por la Marina australiana cerca de las islas Cocos, aunque los oficiales les permitieron continuar su rumbo.

En marzo, el Kunlun, ya disfrazado de Taishan y bandera de Tailandia, fue detenido en Phuket, donde descargó 182 toneladas de merluza negra, valorada en cinco millones de euros, que había hecho pasar por mero gigante. Las autoridades de Tailandia impusieron al barco una multa por esa irregularidad, pero tuvieron que devolverle la carga, que fue de nuevo embarcada en las bodegas del pesquero. Y allí permaneció, fondeado, hasta septiembre, que emprendió la huida.

La fuga del Taishan le valió el traslado a Bangkok al jefe de Aduanas de Phuket y a otros dos oficiales. La tripulación del pesquero pidió autorización para abastecerse de combustible con el que mantener congeladas las 182 toneladas de pescado y los funcionarios se lo concedieron sin caer en la cuenta de que con los tanques llenos de gasoil tenía el campo libre.

Sea Shepherd no ocultó ayer su satisfacción, dado que la cooperación internacional, en la que se ha involucrado hasta la Interpol, está dejando fuera de combate a los piratas del Antártico. Que el barco haya sido detenido en Senegal es, según Chakravarty, una prueba de que no ha seguido operando en el océano austral. Ahora, la organización centrará sus esfuerzos en el último de los 6 bandidos: el Viking.

Pero no ha sido solo el pescado de fondo. En el cerco, por más que no han dado con jurel, sí han encontrado albacora, o bonito atlántico. Pescó prácticamente toda la flota. Algunos descargaron 16.000 kilos un día, 10.000 otros... Así es que de los 4 euros que se pagaba por el kilo hace dos semanas, se ofrecen ahora 2,60 el kilo si se trata de ejemplares grandes, y 1,20 si lo que entran son piezas pequeñas.