Hacienda investiga si Burela y Celeiro venden más pescado del que declaran
SOMOS MAR
Copia documentos de los gestores de las lonjas, «tranquilos» ante el registro oficial
22 jul 2016 . Actualizado a las 12:54 h.Con un auto judicial que los autoriza, personal de la Agencia Tributaria registró ayer las oficinas de las dos sociedades de armadores que gestionan las lonjas de Burela y Celeiro. Guardias civiles escoltaron a los inspectores de Hacienda, quienes se llevaron copias de documentos de las transacciones comerciales de los cuatro años que van del 2011 al 2014. La Agencia Tributaria actúa porque en investigaciones previas se habrían detectado indicios de que en esas lonjas, de las más importantes de Galicia y del Cantábrico, podría venderse más pescado del que se declara.
Hacienda trata de averiguar si Puerto de Celeiro y Armadores de Burela, así como los comercializadores y propietarios de barcos que operan en esas lonjas, habrían cumplido las normas al abonar los impuestos de sociedades y del valor añadido.
Los registros comenzaron a primera hora de la mañana y se prolongaron más allá del mediodía. Gerencias y personal de administración y contabilidad de las dos grandes lonjas lucenses siguieron las indicaciones de los inspectores de Hacienda. Cumplieron lo que les pedían los agentes, y no trascendieron incidencias. Esos controles inesperados que ponen en tela de juicio la gestión fiscal impidieron el trabajo del día.
Los rastreos, las causas y los objetivos de las inspecciones los confirman fuentes conocedoras de esas actuaciones y, también, los responsables de la gestión en las empresas Armadores de Burela y Puerto de Celeiro. Aún no ha trascendido el procedimiento que, según las investigaciones previas, se habría utilizado para burlar las normas en las transacciones de productos pesqueros. Supuestamente no habrían sido contabilizadas, sería dinero negro. Habrá que esperar a las conclusiones de la Agencia Tributaria para saber si en las lonjas de Celeiro y Burela se vulneraron las normas sobre los impuestos de sociedades y cuánto dinero y cuánto pescado podría haberse movido fuera de los cauces legales. De haberse infringido alguna norma, el dinero que hipotéticamente hubiese sido defraudado marcaría el siguiente paso. De la cantidad dependerá que Hacienda lo considere una infracción administrativa, con lo que se regularizaría pagando lo que tocase por impuestos de sociedades y valor añadido, y la sanción económica correspondiente. Si entrase en el rango de delito fiscal, se dirimiría en los tribunales.
«Tranquilidade absoluta»
Tras los registros de Hacienda, los responsables de la gestión en Puerto de Celeiro y Armadores de Burela se muestran «tranquilos». En Puerto de Celeiro ya tienen experiencia porque ya vivieron otra investigación fiscal que concluyó con un acta de liquidación. Tras la de ayer, expresan «tranquilidade total e absoluta porque cumprimos as normas». Y en Armadores de Burela enmarcan la inspección en lo «habitual en calquera empresa», aunque se declaran «confiados porque actuamos de forma correcta, cumprimos as normas».