El Gobierno, cerca de lograr el apoyo político al decreto que liberaliza la estiba

En apenas 24 horas el Gobierno logró más avances para conseguir apoyos al decreto que liberaliza la estiba en los puertos que en las dos semanas posteriores a su aprobación por el Consejo de Ministros, el 24 de febrero. Para ello ayer escenificó la entrega a los agentes del sector de un documento, bautizado como Acuerdo tripartito para el mantenimiento del empleo y la mejora de la productividad, donde incluye por escrito sus propuestas.

El resultado fue que Ciudadanos, hasta ahora contrario a respaldar el decreto hasta que hubiera acuerdo previo entre patronal y sindicatos, cambió de criterio y se sumó al sí junto al PP solo por la variación en la posición del Ejecutivo, que se negaba a sentarse en la mesa de negociación. El PNV, a su vez, también se mostró dispuesto a dar su voto afirmativo, pese a estar en contra de que las autoridades portuarias costeen las indemnizaciones a los estibadores, como prevé Fomento. A ellos se unirán los diputados de UPN y Foro Asturias, con lo que el decreto obtendría 174 pronunciamientos a favor, a solo dos de la mayoría absoluta. A priori, el resto de grupos parlamentarios votará hoy en contra, encabezados por Podemos (el más firme defensor del no) y PSOE, que se mantiene en no dar un voto afirmativo hasta el acuerdo sectorial que aún no se ha producido.

Así las cosas, el bloque de quienes se oponen al texto sumaría 166 votos, después de que tres diputadas de Podemos, Compromís y ERC adelantaran su regreso de Nueva York, donde participaban en un encuentro de la ONU, para estar en el Pleno. Así, basta con una abstención para igualar las fuerzas y dos para su aprobación. Lo que ocurra en esta votación influirá luego en la decisión que puedan tomar los sindicatos respecto a las 4 jornadas de huelga que aún tiene convocadas en los puertos. La primera, tras haber anulado días atrás casi la mitad de los paros anunciados, está previsto para mañana.

Propuesta insuficiente

Tanto la patronal Anesco (Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias) como las centrales sindicales dedicarán las próximas horas a estudiar la propuesta presentada in extremis por el propio ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, que ayer se presentó de forma sorpresiva y junto a su número dos en la reunión «técnica» que iban a mantener ambas partes y que ya había anunciada como tal en la víspera, esto es, no iba a estar presente ninguno de los responsables de las partes involucradas. Por eso fue a los abogados de unos y otros, sin capacidad decisoria, a quienes entregó un documento que, según el Gobierno, «garantiza el mantenimiento del 100 % del empleo» en el sector, pese a que la patronal no lo ve claro aún y los sindicatos lo niegan. A juicio de la central mayoritaria, La Coordinadora, el texto «no cumple la garantía del empleo» pues emplaza a las dos partes a que «negocien la subrogación» de plantillas.

Lo que sí ven positivo es la ayuda para las prejubilaciones en el sector, ya sugerida días antes: el 70 % del salario para los estibadores que les queden 5 años o menos para retirarse (a los 55). Esa medida, sin embargo, sería «insuficiente» para ellos como solución a una reforma que en un plazo de tres años va a modificar sus condiciones laborales.

No obstante, el decreto ya prevé que las autoridades portuarias costeen los despidos de quienes no puedan acogerse a la esperada subrogación entre concesionarias de los servicios de estiba. Entre ambas medidas supondrían hasta 575 millones de euros para las arcas públicas.

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