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Galicia buscará «maestros» en Japón para enganchar a los jóvenes al pescado

E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

CARMELA QUEIJEIRO

Los armadores tratan de frenar la sangría en el consumo de los últimos años

20 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Todas las luces rojas están encendidas en el que en su día fue el segundo mayor consumidor de pescado de Europa. Especialmente en su capital, que en el caso de la pesca no es Madrid, sino Galicia. Vigo, para ser más precisos. En la ciudad olívica, donde 30.000 personas dependen de la actividad, las alarmas no han dejado de sonar desde que hace un par de años se hizo evidente el pronunciado retroceso: entre el 2009 y el 2015, cada español eliminó cuatro kilos de proteínas marinas de su dieta y de comer 29,9 kilos al año moderó su ingesta hasta los 25,86 kilos en el 2015.

Con todos los efectos que esa caída tiene en su tejido económico, no es extraño que Vigo, de la mano de su Cooperativa de Armadores (Arvi), se haya lanzado de cabeza a poner la venda a esa sangría. Un torniquete cargado de ideas para tratar de recuperar, si no ganar, consumidores para su producto.

Conferencias, charlas, showcookings, recetarios, degustaciones, entrega de producto a comedores escolares y sociales... Incluso un festival de tres días lleno de música, deporte, ocio y gastronomía. Es más, hasta a técnicas japonesas recurrirá Arvi para fomentar el consumo de pescado. Y, sobre todo, enganchar a los clientes del futuro: a niños y a jóvenes.

Así es que desde Arvi están contactando con especialistas de Japón para que, en junio, en el marco de la cuarta edición de la conferencia sobre el futuro de la pesca, expliquen ese programa que han incorporado a su sistema educativo sobre hábitos saludables y dieta equilibrada. «Que expliquen cómo lo han organizado, diseñado, coordinado, el éxito que están teniendo y que cuenten su experiencia para ver si se puede aplicar aquí», explicó Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo, que avanzó la idea la semana pasada en A Coruña, al tiempo que presentaba en el Fórum Gastronómico el Vigo Sea Fest o Festival Arvi do Peixe, otra de las actividades programadas para que jóvenes y niños venzan el tradicional repelús a las espinas.

Primer consumidor mundial

En cuestión de encontrar consumidores algo tendrá que decir el primer país que más pescado come del mundo. Aunque ya comió más. Llegó, según la FAO, a los 71 kilos por persona y año, pero la occidentalización de sus hábitos de consumo, el incremento del precio del pescado y, sobre todo, la psicosis post-Fukushima, han desplomado la ingesta de pescado de forma alarmante en una población que presumía de tener la mejor salud cardíaca del planeta.

Precisamente esas campañas de promoción del consumo y hábitos saludables en las aulas japonesas surgieron a raíz de la caída en el consumo de productos marinos. Si están teniendo éxito o no, lo contarán en Vigo el 22 de junio.

Implicación de las Administraciones por las «secuelas» que tiene en la salud pública

Javier Touza llama la atención sobre las contradicciones que se están dando en el consumo de pescado. En general, está subiendo exponencialmente, porque se entiende que en los países en desarrollo van incorporando más proteína marina en su dieta. Y, sin embargo, en España y, al parecer, también en Japón, está bajando. Lo contrario de lo que ocurre en EE. UU., en otros países de Europa -Lituania se ha puesto por delante de España- e, incluso, en China.

Y la explicación que encuentran los organismos internacionales es la mayor preocupación por la salud y los hábitos saludables. Por ese flanco abordarán los armadores de Vigo la tarea de recuperar y ganar consumidores. «Porque de eso se trata, de salud pública», explica Touza. El pescado es elemento básico de la dieta sana y equilibrada, de la slow food que se tiene ahora por bandera, la contraria a la hamburguesa y el perrito caliente que tanto azúcar, colesterol, triglicéridos y sobrepeso ha traído a las sociedades desarrolladas.

Precisamente por tratarse de una cuestión de salud pública, que puede redundar en ahorros en sanidad, los armadores quieren que se impliquen las Administraciones. Que los ayuden a aumentar la ingesta de pescado variado, y no solo de cefalópodos, que parecen ser los únicos con signo positivo entre los jóvenes