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Exmarineros gallegos piden apoyo a Bruselas para obtener una pensión de Noruega

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

SOMOS MAR

La Comisión Europea se pone de perfil y los afectados amenazan con acudir al Tribunal de Estrasburgo

22 mar 2017 . Actualizado a las 10:10 h.

Estafados, vilipendiados y abandonados, pero resisten. Llevan más de 72 manifestaciones a sus espaldas. Se han reunido con embajadores, ministros, defensores del pueblo y representantes de las instituciones europeas. Son el colectivo Long Hope, que agrupa a buena parte de los 8.000 marineros gallegos a los que Noruega ha secuestrado sus pensiones. Ayer aterrizaron en Bruselas para exigir a la Comisión Europea, «la más política de la historia», según su presidente, que interceda en el conflicto abierto con el Gobierno de Oslo. Piden algo muy sencillo: conseguir que les paguen por los 40 años de azaroso trabajo a bordo de la marina noruega. Hoy volverán a hacerlo en la Comisión de Peticiones de la Eurocámara. «Poden facer moito dende aquí, teñen ferramentas para presionar», aseguró el portavoz de la plataforma, Alberto Paz, consciente de que el enemigo contra el que se enfrentan «é moi grande». Bruselas prefiere no inmiscuirse en un conflicto que considera ajeno a sus competencias. El equipo de la comisaria de Empleo, Marianne Thyssen, se limitó a tomar nota de las quejas gallegas. «A nosa intención é sentar a Noruega no banquiño do Tribunal de Estrasburgo, que xa son palabras maiores», deslizó Paz. Están a un trecho de hacerlo, viendo que la vía política se agota. 

Los marineros defienden su derecho a beneficiarse de las pensiones. Noruega no les permitió cotizar a la Seguridad Social hasta la firma del tratado de libre comercio con la UE. A pesar de contar con la residencia en España, el trabajo siempre lo ejecutaron en el país nórdico, donde sí pagaron impuestos por valor de hasta 520 millones de euros. Ahora se encuentran en un limbo. Paz lamentó la falta de apoyo expreso de la Comisión a sus demandas: «O Goberno español e o noruego ocultáronlle este caso cando se negociou o acordo. O que tiña que facer España nese momento era reclamar os nosos dereitos sociais con carácter retroactivo. Pero non se fixo. A saber que trataron eses dous», denunció. Una queja a la que se sumó la eurodiputada de AGE, Lidia Senra: «Non houbo vontade política para resolvelo». El resto de eurodiputados gallegos cerraron filas con el colectivo. «Non vimos o compromiso da Comisión que esperabamos», zanjó el popular Millán Mon. «Trátase de corrixir unha situación de inxustiza (...) A Comisión aínda sabendo que non ten competencias estritas na materia debe xogar un papel de facilitador», sugirió el socialista José Blanco. 

Exmarineros y autoridades del país nórdico se verán las caras en el juicio que se celebrará los próximos 4 y 5 de abril en Oslo. Mientras esperan a que se haga justicia, anuncian movilizaciones ante las puertas del parlamento noruego.