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Atuneros españoles alardean de tecnología ante flotas de todos los océanos

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

MARCOS CREO

Implantaron los FAD no enmallantes y biodegradables para reducir al máximo las capturas accesorias y su potencial impacto negativo

26 may 2017 . Actualizado a las 11:43 h.

Desde que los objetos, como se conoce coloquialmente a los FAD (dispositivos agregadores de peces, por sus siglas en inglés), se colocaron en el punto de mira de los conservacionistas y las organizaciones regionales de pesca (ORP) empezaron a poner límites a su uso, los atuneros españoles adscritos a Opagac (Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores) se apresuraron a asegurarse la continuidad del empleo de esos elementos en la pesquería de túnidos tropicales adaptándolos para garantizar una actividad sostenible.

Implantaron los FAD no enmallantes y biodegradables para reducir al máximo las capturas accesorias y su potencial impacto negativo en los océanos, además de poner en marcha otras iniciativas de forma voluntaria dirigidas a asegurar la sostenibilidad de los recursos, como el embarque de observadores o el seguimiento por satélite de los barcos sin bandera comunitaria. Es decir, que un 20 % del presupuesto de Opagac se va en I+D aplicada a mejorar la selectividad de su pesca para cumplir las obligaciones o, incluso, rebasarlas.

De todo eso está haciendo gala la patronal atunera estos días en Madrid, donde se reúnan las ORP que gestionan las pesquerías en el Índico, el Atlántico y el Pacífico oriental para evaluar los impactos de la pesca con FAD a nivel global y buscar un modelo de gestión adecuado, a la vez que armonizado en todas las regiones, para el uso de objetos. El de Opagac podría ser el referente. O eso intentan los atuneros españoles, que recelan de una tendencia que solo se está fijando en los FAD, cuando también habría que atender al control de la pesquería y a la prohibición de los transbordos.

Boya selectiva

Así lo hizo ver ante flotas de 30 países convocados por la DG-Mare y la FAO con la ICCAT (Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico) por anfitriona, un foro donde Opagac desgranó su sistema, al tiempo que hizo alarde de su tecnología selectiva. La última, la boya desarrollada por Satlink, que permite determinar no solo la biomasa y el tamaño de los ejemplares del banco, sino también su composición por especies, lo que se traduce en un elemento selectivo puntero.