Pesca asegura a las cofradías que no intercambiará bonito con otros países

La flota gallega no guarda muy buen recuerdo de la pasada costera del bonito. Puede que la vasca, sí, pues fue una campaña muy buena para las embarcaciones que pescan con cebo vivo, dado que el túnido, como en los buenos tiempos, hizo válida de nuevo la denominación de costera y nadó a escasas millas de tierra. Pero entre los espías franceses e irlandeses que operan con el polémico arrastre pelágico, las escasas capturas por parte de los que emplean curricán, los bajos precios a los que se pagó el producto y que, por primera vez en la historia se agotó la cuota, el recuerdo que les quedó a los barcos gallegos está tirando más a negro que a gris. 

Ese caso inédito en décadas y décadas de costeras se debió a la abundancia de bonito, a que la flota canaria pescó lo que hacía años que no capturaba y a que, como en ejercicios anteriores venía haciendo, Madrid intercambió cuota de atún blanco, que tradicionalmente sobraba, por posibilidades de merluza y rape con Francia. Aunque España se desprendió de 1.700 toneladas en lugar de las 2.000 habituales, lo cierto es que el cupo no fue suficiente para cubrir toda la temporada, que concluyó a finales de septiembre, cuando todavía había todavía flota en pos del bonito del norte.

El malestar que generó el cierre sorpresivo de la costera ha hecho repensar la política de intercambios. Así es que este año España no cederá cuota de bonito a otros países. Eso es, al menos, lo que aseguró el secretario general de Pesca, Alberto López-Asenjo, a los representantes de las cofradías españolas, con los que se reunió esta misma semana.

En ese encuentro, la autoridad pesquera incidió en la importancia de esta campaña y dio cuenta de lo ocurrido en la última temporada, según cuentan desde la Federación Nacional de Cofradías Españolas. Ocurre que la flota canaria, que como mucho captura 500 toneladas, atrapó 5.000, comentó Basilio Otero, presidente de la entidad.

Esa cautela podría ser indispensable en este ejercicio porque, al igual que en la pasada campaña pesquera, la flota canaria ha estado pescando Thunnus alalunga. De hecho, en pleno mes de abril sorprendió a los paladares más aficionados a esta especie inundando las pescaderías gallegas con género en pleno mes de abril. Sin embargo, Otero señala que fue un pico puntual y que no se llegó, ni por asomo, a las cantidades del 2016. 

En plena costera

La mayor parte de la flota bonitera ya ha zarpado hacia las aguas de Azores en busca de pescado. Alguno, incluso, ya le ha puesto fin a la costera, como es el caso del Benyjor, un barco de Cedeira que decidió volver a lo suyo tras una desastrosa primera marea. 

Han pedido autorización para participar en la pesquería un total de 400 embarcaciones en España. Claro que ese es el número de licencias expedidas, pero eso no quiere decir que participen todos los que han pedido permiso.

En cuanto a los precios, hay opiniones para todos los gustos. La primera subasta, que antes solía tener por escenario A Coruña y estos últimos años sucede en Avilés, no fue nada halagüeña. La cotización cayó un 33 % con respecto al año pasado. Sin embargo, en Burela, la venta inaugural fue mucho mejor que la del 2016. Se pagó a una media de 9 euros, un 10 % superior a lo que se abonó por el primer bonito del ejercicio pasado.

Futura aplicación móvil para llevar la cuenta de consumos y evitar cierres sorpresa

Hilando con el cierre inédito y sorpresivo de la costera del bonito, la federación de cofradías de España expuso los trastornos que causan al sector esas clausuras que se producen de forma abrupta. De ahí que consideren vital conocer prácticamente al momento el consumo de cuotas. Y si no es al instante, al menos con mayor celeridad que la de ahora, que a estas alturas, con la pesquería dirigida a la xarda ya cerrada, cofradías como las lucenses todavía desconocen cuánto cupo queda para las embarcaciones que realizan pesca accidental. Estar al corriente de lo que se lleva consumido es esencial en campañas como la de la xarda y también en la gestión de la raya, con cuotas muy reducidas. Sucede lo mismo con el cupo de merluza para artes menores, pesquería en la que se da la circunstancia que se abrió y cerró casi en el mismo día.

Recuento de consumos

Según explicó Basilio Otero, en las flotas con gestión individual el problema está casi resuelto con la inminente puesta en marcha de Gescuota, el programa que lleva el recuento para aquellos barcos que tienen diario electrónico instalado. Pero ese sistema no es útil en el caso de las embarcaciones de menos de 15 metros, con diario analógico, o aquellas que realicen gestión conjunta por ser de artes menores. Para esas el ministerio está articulando una aplicación para el móvil que pretende resolver esas lagunas. El sector, lo que pide, es que se cuente con él para implantarlo y garantizar que se trata de un método sencillo que no añada complicaciones.

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