Patrocinado porPatrocinado por

Rocían con ácido y le pinchan las cuatro ruedas al coche de un vigilante de la cofradía de Corme

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

SOMOS MAR

Ana García

El denunciante sospecha que se trata de un acto de sabotaje

27 jul 2017 . Actualizado a las 15:52 h.

Orente Alvite Tuñas, vigilante de la Cofradía de Corme, ha denunciado ante la Guardia Civil los daños sufridos en su vehículo, un Opel Corsa de color azul, que fue rociado con ácido, además de tener las cuatro ruedas pinchadas.

El hombre, natural de Outes, trabaja en Corme desde hace dos años, y sospecha que se trata de un acto de sabotaje «por parte de alguén ao que se lle abriu una acta por infracción» marisquera.

Orente Alvite dio ayer la versión de lo ocurrido: «Vivo en Corme durante a semana e sempre aparco o coche no garaxe. Pero onte [por anteayer] aparqueino na rúa, diante da oficina de Correos porque o coche dun veciño ocupaba a entrada do garaxe».

Según el denunciante, ayer por la mañana se encontró con los destrozos en su turismo: «Eran sobre as nove media da mañá. Pasaron por alí dous percebeiros e avisáronme de que tiña o coche como o tiña». El vigilante de la cofradía bajó a la calle y comprobó los desperfectos: «Botáronlle ácido por riba, xa que a primeira capa de pintura levantouse coma se nada». Además le pincharon las cuatro ruedas. El importe de los daños, a la espera, de una valoración oficial y definitiva «rolda os mil euros, segundo o taller».

Orente Alvite aseguró que es la primera vez que le sucede algo así. «Traballei na Serra de Outes e levo dous anos en Corme e nunca me fixeron nada como isto».

Actos vandálicos anteriores

Este es el último episodio de una larga lista de sabotajes sufridos en los últimos años por parte del personal de la cofradía. Los últimos hechos denunciados ocurrieron en diciembre del 2013, cuando aparecieron pinchadas las ruedas de cinco remolques de lanchas. Ese mismo año, además, un incendio intencionado calcinó el equipo informático encargado de controlar las cámaras de vigilancia en el muelle cormelán.