La pila que impulsará el coche eléctrico

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

La carga de hidrógeno tarda solo 5 minutos y consigue para los vehículos con esta tecnología autonomías superiores a 550 kilómetros

05 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Que el coche eléctrico representa el futuro de la automoción no ofrece ninguna duda. El cuándo es otra cosa. Según una encuesta realizada por la consultora KPMG a más de mil directivos del sector, el 62 % cree que los vehículos de batería no triunfarán por el reto que supone construir una infraestructura de recarga y por el tiempo que lleva llenar las baterías. El 78 % considera que el verdadero avance en este terreno provendrá de la pila de combustible de hidrógeno (Fuel Cell Electric Vehicle o FCEV), porque se carga rápidamente en una gasolinera tradicional.

Actualmente hay que distinguir entre coches híbridos, híbridos enchufables y eléctricos puros. Los primeros disponen de una batería de poca capacidad, que se recarga con el funcionamiento del propio coche, por ejemplo en las deceleraciones. Su misión es apoyar al motor de combustión y reducir el consumo y las emisiones, pero apenas pueden rodar en modo completamente eléctrico uno o dos kilómetros. Esto es especialmente útil cuando paramos en un semáforo, porque al volver arrancar lo hacen de forma totalmente silenciosa y sin gastar carburante.

Los híbridos enchufables elevan la autonomía en modo eléctrico a 40 o 50 kilómetros, dependiendo del modelo, pero la recarga debe hacerse a través de una conexión a la red. Y los eléctricos puros pueden recorrer entre 200 y 500 kilómetros, pero la mayor capacidad de sus baterías implica también un aumento del tiempo de carga. Tesla ha conseguido reducir este proceso con sus superchargers: en 20 minutos pueden proporcionar a su Model S energía suficiente para recorrer 250 kilómetros (aproximadamente el 50 % de su autonomía). Si queremos cargar la batería al completo tardaremos 75 minutos. Y si utilizamos un punto normal -por ejemplo, el enchufe de nuestro garaje- nos llevará toda la noche. Acostumbrados a repostar gasolina en cinco minutos, ¿tendremos paciencia para soportar esos tiempos de espera?

Este hándicap es precisamente el que resuelve la pila de combustible de hidrógeno. Este dispositivo hace reaccionar el hidrógeno con el oxígeno y como resultado genera agua y electricidad. El hidrógeno se almacena comprimido en unos depósitos específicos y llenarlos puede tardar entre 3 y 5 minutos. Este es el tiempo de carga que necesita el Toyota Mirai, uno de los primeros vehículos de este tipo que ya están en el mercado -en Alemania se vende por 66.000 euros más impuestos, y también en Dinamarca, Reino Unido, Estados Unidos y Japón). En total, el Mirai lleva 5 kilogramos de hidrógeno a 700 bares de presión; consume una media de 0,76 kilos de hidrógeno por cada 100 kilómetros y tiene una autonomía de 550 kilómetros.

Los FCEV tienen el problema de que la pila de hidrógeno es una tecnología relativamente reciente y todavía cuenta con menos puntos de carga que los eléctricos convencionales. Pero las grandes compañías ya están apostando por este sistema. General Motors (GM) y Honda anunciaron esta semana el establecimiento de la primera joint venture en la industria del automóvil para producir de forma masiva un sistema avanzado de pila de combustible de hidrógeno. Fuel Cell System Manufacturing operará desde la misma fábrica de baterías que GM tiene actualmente en Brownstown ( Michigan).

«En los últimos tres años, ingenieros de Honda y GM han estado trabajando como un solo equipo en el que cada compañía ha aportado el know-how de su experiencia única para crear una nueva generación de pilas de combustible compactas y de bajo coste», explicó Toshiaki Mikoshiba, CEO de American Honda. GM y Honda tienen entre ambas más de 2.220 patentes sobre esta tecnología.

La pila de combustible encara muchos de los grandes retos a los que se enfrentan los automóviles de hoy día: dependencia del petróleo, emisiones, eficiencia, repostaje... Los vehículos funcionan con hidrógeno resultante de fuentes renovables, como el viento o la biomasa, y el vapor de agua es la única emisión generada.

Las dos compañías también trabajan junto con gobiernos y otros agentes para avanzar en la infraestructura de repostaje de hidrógeno, un aspecto crítico para la viabilidad a largo plazo y la aceptación por parte del consumidor.

Honda tiene experiencia en este terreno porque el año pasado empezó a comercializar su nuevo Clarity Fuel Cell en Japón y Estados Unidos, donde obtuvo el galardón al automóvil eléctrico con mayor autonomía, 366 millas (589 kilómetros) y un ratio equivalente de economía de combustible de 68 millas por galón de gasolina (3,7 litros). Esos son los poderes de la pila.