La biotecnología retorna a Galicia más de 250 millones de euros

Tamara Montero
Tamara Montero SANTIAGO / LA VOZ

MERCADOS

JUAN SALGADO

Más de 1.200 personas trabajan en un sector que tiene una tasa de alta cualificación que llega al 60 %

04 oct 2019 . Actualizado a las 12:54 h.

El truncamiento del gen de la filamina C (FLNC) es una causa importante de muerte súbita asociada a la miocardiopatía dilatada o arritmogénica. El descubrimiento permite avanzar en el diagnóstico precoz y salvar vidas. Y ese paso de gigante en el ámbito de la medicina lo ha dado una spin off gallega. Coruñesa, para más señas. Health in Code lleva años en la cresta de la ola de un sector que en Galicia no para de crecer y de cosechar éxitos: el de la biotecnología.

Tan solo hay que echar una ojeada a los datos. Galicia crece el doble de la media estatal, con un incremento de un 2,11 % de nuevas empresas dedicadas a la biotecnología. Los últimos datos hablan de 219 organizaciones con ADN galaico y más de 1.200 trabajadores en el sector en la comunidad. Trabajos, además, de muy alta cualificación: tres de cada cinco empleados son universitarios y doctores.

Galicia crece rápido y crece bien. Según el último informe de la Asociación Española de Bioempresas, El 7,4 % de las firmas usuarias de biotecnología de España son gallegas. Quiere decir que la aportación es significativamente superior a la contribución de la comunidad al tejido industrial, que se sitúa en el 6,12 %, y que Galicia ya ha tomado posiciones como un polo de biotecnología.

A parte de ese éxito ha colaborado un clúster que fundaron hace diez años tres empresas clave en el desarrollo de la biotecnología en Galicia: Galchimia, AMSlab y Nanogap. Hoy Bioga cuenta con un total de 59 socios, incluyendo principalmente empresas, pero también las universidades, las fundaciones biomédicas de los hospitales y los centros tecnológicos gallegos. Ha conseguido su objetivo: crear un entorno con un «sistema potente de investigación, una transferencia de conocimiento activo». En definitiva, que Galicia desarrolle un ecosistema proclive a la implantación de un tejido empresarial motor económico de la comunidad que además contribuya al bienestar de la sociedad.

¿Qué ventajas tiene Galicia para el sector biotecnológico? En primer lugar, la oferta formativa y los recursos humanos altamente cualificados. La Universidade de Santiago cuenta con un campus de excelencia internacional orientado a las ciencias de la vida, y Vigo lidera el Campus do Mar, que también ha sido nombrado campus de excelencia internacional. A eso ha contribuido la existencia de centros, institutos y grupos de investigación de reconocida calidad a nivel nacional e internacional, otra de las ventajas competitivas a las que hace referencia Bioga, que califica el tejido empresarial biotecnológico como «consolidado y muy dinámico» y que además ya redunda en un claro beneficio de otros ámbitos. «La aplicación de la biotecnología ha llevado a incrementar el porcentaje de innovación y competitividad en los sectores tradicionales como el agroalimentario, el medio ambiental y el marítimo», explican desde el clúster.

Lo cierto es que la transferencia de conocimiento ha jugado un papel fundamental en el desarrollo de un sector que ya supone casi el 14 % del total de la I+D que se está haciendo en Galicia. Y esa transferencia «proviene en su mayoría de la extensa experiencia investigadora de sus tres universidades, así como de su sistema público de salud». Y eso ha dotado a Galicia de un «valioso know how que se ha ido valorizando y trasladando al mercado» a través de la constitución de numerosas spin off, es decir, empresas de base tecnológica que comercializan los resultados de investigación. Las cifras lo confirman. Galicia es la tercera comunidad más bioemprendedora de España y, además, ha estado en los primeros puestos de la tabla desde el año 2012.

Esas empresas comercializan resultados de investigación y lo hacen por todo el mundo. Porque la internacionalización es otra de las claves de la biotecnología hecha en Galicia. El 80 % de los ingresos biotech provienen del exterior y la internacionalización se sitúa ya en el 64,5 %.

Emprender en biotecnología hace avanzar la sociedad, pero también produce beneficios. El retorno económico del sector se sitúa en la actualidad en unos 250 millones de euros. El 11 % de las operaciones financieras llevadas a cabo en el sector biotecnológico español provienen de Galicia y además, muchas tienen como origen fondos galaicos, como la sociedad gestora de entidades de capital riesgo XesGalicia y la sociedad de capital riesgo Unirisco, por ejemplo.

Un gasto un 5,1 % superior

El sector biotecnológico crece, lo hace a buen ritmo, fundamentado sobre pilares sólidos y con la ayuda de una red de apoyo a la investigación, el desarrollo, la innovación, la ciencia, la tecnología y el emprendimiento. El gasto en I+D en la comunidad es un 5,1 % superior al conjunto de España y seguirá aumentando. Porque la Xunta ya ha anunciado la puesta en marcha de una estrategia de impulso a la biotecnología con horizonte 2020. Y esa estrategia prevé movilizar más de 200 millones de euros en los próximos años con un objetivo claro: la creación de una treintena de empresas en el sector y la consolidación de 300 empleos especializados. ¿En qué terminará esa estrategia? En que la facturación global llegue a los 300 millones de euros en tres años.

Bioga, por su parte, también tiene los ojos puestos en el futuro para conseguir ser un clúster bien articulado que haga de la biotecnología una punta de lanza en Galicia. Lo hará a través de líneas de actuación que se centran en apoyar el emprendimiento y la consolidación de las empresas del sector de las ciencias de la vida, pero también en dar impulso a su expansión internacional y a la captación de financiación para que los asociados puedan seguir desarrollando nuevos proyectos. Para eso, la formación es clave. Y en la formación se sigue avanzando. Las universidades de Santiago y de Vigo ya han anunciado su intención de implantar grados en biotecnología y biomedicina durante los próximos años.

El sector biotech contribuye a aumentar la competitividad de sectores tradicionales