«El ciclo de acuicultura fue una salvación para mí»

Rosa Estévez
R. Estévez REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

Juan Trigo estudió en el Igafa de A Illa

09 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La suya es una de tantas historias de la crisis. Pero con final feliz. «Cuando tenía cincuenta años, y después de toda una vida de trabajo, mi empresa cerró y me fui al paro», narra Juan Trigo. Sintió que perdía pie, que se ahogaba. Pero entonces decidió aferrarse a una ilusión, y se matriculó en el Igafa para estudiar acuicultura. «Siempre me había gustado todo lo relacionado con la biología marina», narra. Así que desembarcó en A Illa y vivió «una de las mejores experiencias de toda mi vida». «El hacer el ciclo me permitió pasar tres meses en Noruega, trabajando en una de las empresas más importantes que existen en el terreno del cultivo de salmón». Durante aquel viaje al Norte, Juan Trigo descubrió que «hay unos parásitos que están causando un problema enorme» a los cultivadores de salmón. «Son una especie de cangrejos que se pegan a la piel de los peces... Se les llama piojos de mar, y todos los años causan unas pérdidas de unos trescientos millones de euros a las empresas salmoneras». Desde que supo del problema, Juan Trigo no pudo dejar de pensar en él. «Y de repente se me ocurrió algo que podría ser una solución. Supuse que seguro que ya se le habría ocurrido a alguien, pero no». Así que patentó la idea y ahora la está desarrollando. Para ello ha conseguido medio millón de euros de financiación europea, y en breve comenzará a hacer pruebas con la tercera empresa salmonera de Noruega. «La verdad, cuando me quedé en el paro jamás pensé que esta historia fuese a acabar así. Para mí, el ciclo de acuicultura fue una salvación», exclama. El viaje no ha hecho nada más que empezar.