A sus 53 años, el coruñés José Manuel Vila se considera una persona feliz en su trabajo y ha sobrevivido a la crisis. Empezó a trabajar como autónomo en 1989 en un centro de enseñanza.
-¿Cómo han sido estos años?
- Cuando mi empresa cerró sus puertas, ya en plena crisis y después de 20 años de actividad, tuve que buscar otras salidas laborales y aunque ha sido muy difícil encontrar nuevas oportunidades, he tenido que reciclarme, cambiar el enfoque y buscar otras alternativas hasta que la situación remitiese. La edad y el sector al que me dediqué tantos años, han actuado en mi contra. De hecho, en la actualidad, compagino mi trabajo de consultor empresarial, con las clases de taichí que imparto en un centro. Tengo alumnos con episodios de estrés provocados por situaciones de desempleo o con problemas laborales motivados por la crisis.
-¿Qué pasos crees que hace falta por dar para el colectivo?
-Hace falta agilidad para poder crear una empresa, sin tanta burocracia. En otros países se puede hacer on-line y en 24 horas. También es necesario compatibilizar los ingresos como pensionistas con otra actividad profesional. Más de uno lo vamos a tener muy complicado para sobrevivir con la pensión que percibamos, eso si logramos cobrarla. Pero hay más cosas.
-¿Cómo cuáles?
-La absoluta necesidad por parte del emprendedor de conocer y saber valorar la iniciativa comercial que va a poner en marcha. Necesita asesoramiento cualificado de profesionales que puedan hacerle ver la viabilidad de su proyecto. Tienen que aportar un valor de mercado nuevo, diferenciador en el sector al que se dirigen. Han de conocer la situación real de ese mercado a corto y a largo plazo. Hacer un plan de negocio coherente.
-¿Cómo ves la recuperación en el corto plazo?
-Lenta, muy lenta para lograr mejorar este sector. Claramente hay que participar y exponer nuestra opinión sobre nuestras necesidades. Para la gran mayoría de los autónomos, nuestro espacio para tratar todos los temas que nos afectan, se encuentra en las asociaciones y las federaciones. Lamentablemente, no todos lo ven de utilidad. Creo que es importante participar para ganar fuerza y que las demandas se hagan oír, de forma que podamos exigir cambios.
«Hace falta agilidad para poder crear una empresa, en otros países se puede hacer en 24 horas, y ‘on-line’»