«Ver feliz a mi padre ir todos los días a trabajar me ayudó a decidirme»

Dolores Cela Castro
Dolores Cela LUGO / LA VOZ

MERCADOS

ALBERTO LÓPEZ

José Conde Vales y María Conde Rodríguez, cirujanos

30 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

José Conde Vales, jefe de cirugía del HULA, y su hija María Conde Rodríguez han compartido muchas horas de quirófano juntos desde que ella completó su formación fuera del hospital lucense, tras rotar por varios centros de Estados Unidos. Llevan dos años trabajando codo con codo en el complejo lucense. Ambos hacen balance positivo de la experiencia. El padre, que es cirujano desde el año 1983, asegura que no influyó para nada en la decisión de María al elegir la especialidad. Ella es una de las dos cirujanas del HULA formadas para realizar intervenciones quirúrgicas con hipertermia intraperitoneal, que permite aplicar quimioterapia en quirófano. El de Lugo es el tercer hospital gallego que emplea esta técnica.

María Conde reconoce que eligió la misma especialidad que su padre «porque lo veía ir a trabajar todos los días feliz y nunca de mal humor, ni siquiera cuando volvía de las guardias cansado». «Es muy reconfortante -confiesa ahora- ir al trabajo en esas condiciones y él me ha transmitido esa forma de hacerlo».

La joven cirujana, que reconoce que le gustaría que la saga familiar continuara y se prolongara en su descendencia, asegura que Conde Vales «no influyó ni presionó» en su decisión. Insistió en que la tomó de forma meditada y libre en los últimos años de carrera, que fue cuando se dio cuenta de qué era lo que le gustaba realmente y a lo que quería dedicarse.

El jefe de servicio del HULA confiesa que, cuando se lo comunicó, «me sentí reconfortado porque descubrí que iba a ser capaz de querer a la profesión como la quiero yo porque los cirujanos somos una especie diferente al resto».

«Creo que fui capaz -argumenta Conde- de transmitirle no solo conocimientos, sino de que aprendiera de los errores». «Me gusta mucho la docencia -añade- y estar rodeado de adjuntos jóvenes es muy gratificante. Y si es de mi hija, todavía más». María define a su jefe de servicio y progenitor como un profesional «práctico, resolutivo y divertido».