Llega el gestor de correo «inteligente» 100 % gallego

R. Domínguez REDACCIÓN / LA VOZ

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Mailbor permite y eliminar mensajes ya enviados, no tiene límite para remitir archivos y es capaz de organizar y agilizar procesos

21 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«De estar en la pequeña, mediana y gran empresa vimos que el email era un cuello de botella: entra muchísima información, se archiva de cualquier manera y queda un poco o bastante perdida para cuando realmente necesitas encontrarla y rápido», cuenta Ricardo Villa del momento en que se encendió la bombilla para poner orden a tanto lío. Así nació Mailbor, el primer gestor de correo electrónico «inteligente», recalca. El producto, de capital 100 % gallego, es por el momento el único de Bortec Innovation, la firma creada en septiembre del 2015 en A Coruña junto a Óscar Gómez Montoro, gracias a una inversión inicial de 100.000 euros.

Uno de los grandes logros de esta herramienta es el derecho a equivocarse e incluso a rectificar: se pueden eliminar correos ya enviados, independientemente del tiempo que haya pasado, eso sí, siempre y cuando el destinatario todavía no los haya abierto.

Pero además, este gestor inteligente permite otras muchas posibilidades, todo con ese objetivo habitualmente inalcanzable de encontrar algo cuando lo buscas y hacerlo, además, simplificando tareas y pasos a dar. «Ya no vas a necesitar recurrir a otras herramientas porque el archivo que quieres compartir pesa mucho», dice Villa pensando en el habitual recurso al We Transfer para enviar imágenes. A esa capacidad frente a los correos convencionales, se suma que «con Mailbor -insiste- es posible ordenar los emails incluso antes de recibirlos». ¿Cómo es posible? Gracias a otra de las virtualidades de un gestor que permite inventar todas las direcciones de correo que se te ocurran y sin complicación alguna, de modo que esos nombres crean automáticamente etiquetas que ya se encargan de organizarte los mensajes en la bandeja de entrada.

Esto enlaza con otra de las ventajas incorporadas, como es la creación de secuencias de trabajo que eliminen procesos manuales: «Imagínate -cuenta Ricardo- que lo utilizas para dar el visto bueno a una factura que ha de pasar por diferentes departamentos: cada persona en la cadena tiene una función y el usuario que crea esa secuencia puede no solo decidir quién participa en el proceso, sino ver en todo momento en qué punto del proceso se encuentra; de esta forma se elimina papel, ya no hay que ir de un lado a otro, se ahorra tiempo y la gestión es más eficaz», explica. Por supuesto, está más que incorporada a Mailbor la creación de etiquetas privadas para aquellos archivos que no quieras que vean otras personas cuando tienes que compartir una cuenta de correo.

Hasta el momento, esta nueva forma de e-correo ya ha convencido a unos 300 clientes, en su mayoría empresas, que en breve contarán, prometen los creadores, con nuevas posibilidades. «No somos ni Google ni Microsoft, pero créeme que Mailbor da mucho de sí».

Para quienes todavía no lo conocen, habla Villa de la accesibilidad, ya que «una de las grandes ventajas es que puedes tener una cuenta gratuita de hasta 100 megas». Para quien necesita más, «hay sistemas de pago por muy poco dinero: nos da igual las cuentas de correo y dominios que quieras meter, tú vas a pagar por el espacio utilizado al cabo del mes».