El 40 % de los trabajadores gallegos sufren una alta precariedad laboral

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

Oscar Vazquez

Pese al descenso del paro, la tasa de temporalidad en Galicia es de un 26,7 %, y la del empleo a tiempo parcial, de un 15 %; algunas personas han llegado a encadenar hasta 30 contratos

25 sep 2017 . Actualizado a las 12:47 h.

En su último informe, el Consello Económico e Social (CES) se congratulaba por la recuperación de la economía gallega a lo largo del 2016, con un incremento del PIB superior al 3 %. Pero lo hacía con matices, dado que, como ese mismo documento recogía, el 92,5 % de los contratos que se firmaron el año pasado fueron temporales (872.891) frente al 4,5 % de indefinidos (42.737). Por eso el CES subraya que «mellorar a calidade do emprego, especialmente no que atinxe á taxa de temporalidade e á duración dos contratos, o que comporta uns baixos ingresos, debe ser prioritario para conseguir que o incremento da economía galega sexa máis inclusivo e permita mellorar o benestar».

Porque esa es la realidad; el empleo crece, pero es, sobre todo, un empleo temporal, a tiempo parcial o en precario, que condiciona el bienestar de los trabajadores que lo ejercen. Y si bien la situación mejoró relativamente este año, en el que también creció la economía gallega, lo cierto es que la tasa de temporalidad actual es de un 26,7 %, por encima de la media española. De enero a julio del 2017, el paro bajó en 30.207 personas, y la Seguridad Social ganó 32.863 cotizantes, pero el número de contratos que se firmaron en ese tiempo fue de 582.500, lo que quiere decir que rotaron entre los 32.863 empleados que consiguieron un trabajo en esos siete meses; o sea, una media de 18 contratos por cotizante. A esa elevada tasa de temporalidad se suma, tal y como advirtió recientemente la consultora Randstad, que un 15 % del trabajo que se genera en Galicia es a tiempo parcial, lo que -sumando el trabajo temporal al parcial- sitúa la tasa de precariedad en algo más de un 40 %.

El año pasado la situación fue todavía peor. Como indicaba el CES, solo el 4,6 % de los contratos que se firmaron fueron indefinidos, y de los 872.891 temporales que se registraron, 311.030 duraron menos de una semana. Es decir, que esa precariedad afectó a uno de cada tres contratos, y las condiciones de los demás tampoco mejoraron mucho; si el 34 % duraron menos de una semana, un 10 % fueron de una semana a un mes, y un 25 % se firmaron por obra y servicio, con una duración determinada que, de media, no superó los 50 días.

La situación fue peor cuando la crisis atacó con dureza, por lo que la precariedad laboral, que impide a los jóvenes que la padecen planificar su futuro y que dio lugar a la figura del pobre con empleo, es ya una larga tendencia en Galicia. Un informe elaborado por el economista y diputado de En Marea Manuel Lago constata que en esos años se firmaron en Galicia 7.702.290 contratos, y que la media de trabajadores fue de 850.000 personas, lo que da una media de 9 contratos por persona. El dato tiene trampa, porque hay que tener en cuenta que la mitad de esos trabajadores son indefinidos, por lo que la rotación de contratos se limitó a los 220.000 temporales; es decir, que, de media, cada uno de los asalariados con empleo temporal firmó 30 contratos en la última década.

No es solo un problema de la privada. El plan de austeridad que impidió a la administración contratar personal obligó a echar mano de la contratación temporal, que afectó a todos los sectores, pero sobre todo, a sanidad y educación. Javier Martínez, responsable de Sanidad en UGT-Galicia, dice que el Gobierno reconoció que en el Sergas había 7.660 plazas vacantes. «Está claro que se cubren con empleo precario, si no el sistema habría reventado». Según CC.OO., unos 3.600 docentes que empezaron el curso hace unos días son interinos y sustitutos.

La Xunta tiene activados cuatro planes para fomentar los contratos fijos

La Xunta de Galicia recuerda que en el último año la contratación subió casi un 10 %, con un incremento tanto en los contratos indefinidos como en los que son a tiempo completo. Para fomentar el empleo estable, desde la Administración autonómica se han puesto en marcha cuatro programas. El primero tiene como objetivo específico incentivar la contratación indefinida con ayudas de hasta 10.000 euros para quienes hayan agotado la prestación y para personas en riesgo de exclusión social. Otras líneas apoyan el empleo juvenil, ya sea para la contratación de menores de 30 años -con incentivos para las empresas de más de 17.000 euros- como para beneficiarse del novedoso programa Emprega Xuventude, que por primera vez combina la formación con la contratación «para mellorar a situación profesional da mocidade», indica la Xunta. A mayores, también hay ayudas para la contratación de desempleados mayores de 45 años que van de los 10.000 a los 25.000 euros.