Laxman Narasimhan: después del sexo (seguro, claro), un café

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El nuevo CEO de Starbucks desembarca en la compañía después de su paso por Reckit Benckiser, la empresa que fabrica los detergentes Finish o los preservativos Durex

11 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Tiene la cadena de cafeterías estadounidense Staburcks nuevo jefe. Lo ha estado buscando afanosamente durante meses. Querían asegurarse en la compañía de que daban con el candidato apropiado para bregar con el que se ha convertido en uno de los principales desafíos a los que se enfrenta la firma: la sindicalización de sus empleados.

Esos quebraderos de cabeza comenzaron allá por diciembre del 2021. Fue entonces cuando los trabajadores de dos de las cafeterías que tienen en Búfalo (Nueva York) constituyeron el primer sindicato de trabajadores de los más de 8.000 establecimientos de la cadena en el país norteamericano. Desde entonces, la defensa de los derechos laborales se ha extendido como la pólvora. Y ya son 230 las tiendas sindicalizadas y otras 320 las que han iniciado los trámites para celebrar elecciones y decidir si se suben o no a ese carro. Una avalancha esta ante la que la empresa no disimula el disgusto. «Si una parte significativa de nuestros empleados se sindicalizara, los costes laborales podrían aumentar y nuestro negocio podría verse afectado negativamente», advertía en aquel diciembre del 2021 la compañía. A lo que añadía: «Podrían tener un impacto negativo en cómo se percibe nuestra marca y tener efectos adversos en nuestro negocio, incluidos nuestros resultados financieros».

Tanta es la preocupación que ya no saben qué hacer. Como muestra, un botón: en mayo, la empresa anunció subidas de sueldos de entre el 7 y el 10% para los empleados de sus tiendas. Aunque, eso sí, dejó fuera de esta mejora de los emolumentos a los locales sindicalizados o en proceso electoral para ello. Cuestionable, que dirán algunos. Muchos, seguramente.

Con ese problema habrá de lidiar Laxman Narasimhan (Pune, la India, 1967), su nuevo CEO. Con eso y con la difícil situación por la que atraviesa en China, con sus franquicias en grave peligro por la férrea política de covid cero que rige en el gigante amarillo. Por no hablar de la necesidad de reinventarse que tiene la mayor cadena de café del mundo ante los cambios de hábitos de los consumidores y el aumento de la competencia.

Comenzará la faena en octubre, y dice sentirse de lo más honrado con la tarea que le han encomendado. Viene a engrosar Narasimhan la cada vez más profusa lista de ejecutivos indio-americanos en la cúspide de las grandes multinacionales estadounidenses. Como Sundar Pichai, consejero delegado de Alphabet; Satya Nadella, su homólogo en Microsoft; o Parag Agrawal, el primer ejecutivo de Twitter, por citar solo algunos ejemplos y no aburrirles. Todos ellos nacieron en la India. Todos hicieron un día las maletas rumbo a Estados Unidos para labrarse un mejor porvenir tras realizar una primera carrera universitaria en su país. Y todos se licenciaron también después en alguna universidad norteamericana. En el caso de quien nos ocupa, Ingeniería en la Universidad de Pune, un máster en estudios alemanes e internacionales del Instituto Lauder de la Universidad de Pensilvania y otro de finanzas de la Escuela Wharton, también de la Universidad de Pensilvania.

Trabajó Narasimhan durante 19 años para McKinsey y, después para Pepsico. En Starbucks desembarca procedente de la multinacional británica Reckit Benckiser, la empresa que fabrica los detergentes Finish o los preservativos Durex, entre otras cosas. Entre sus últimas decisiones en la firma, la de registrar la marca de profilácticos para venderlos en el Metaverso. Y es que dicen los expertos que allí vamos a poder hacer de todo. Ya se verá.

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