Jim Ratcliffe, adalid de los negocios y del fútbol

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La primera fortuna del Reino Unido, fundador del holding industrial Ineos, se hace con el control del Manchester United

31 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Es el hombre del momento para la hinchada del fútbol, el deporte que más se asemeja a una máquina de generar sentimientos y emociones encontradas como ningún otro, pero sobre todo por la capacidad de movilizar miles de millones de euros como pocas otras actividades. Se trata de Jim Ratcliffe (Failsworth, Reino Unido, 1952) considerado como la primera fortuna del Reino Unido, esa que armó en poco más de dos décadas recogiendo compañías o filiales que las grandes empresas descartaban para llevarlas de nuevo a beneficios, hasta formar el que sería, y sigue siendo, su gran imperio, la petroquímica Ineos. Su trayectoria empresarial es tan extensa como el patrimonio que acumula, pero su perfil no habría salido del mundo de los negocios si no lo hubiese combinado con su proyección en el mundo deportivo, donde también ha sentado su autoridad.

Ratcliffe ha estado en la sombra, pero desde hace un tiempo quiere dar a conocer su proyecto al mayor número de personas posible invirtiendo en el deporte. Y lo acaba de demostrar con su última participación en uno de los grandes del fútbol, el Manchester United, su equipo de toda la vida. Sus seguidores han puesto todas sus esperanzas en este gran fichaje para la remontada del club y de este modo plantarle cara a su eterno rival Manchester City de Pep Guardiola tras una larga travesía en el desierto, la de toda una década sin acercarse siquiera a los primeros puestos de la Premier League, la competición europea de mayor proyección, la que maneja los mejores y más caros contratos, en definitiva, la élite del fútbol. Hace unos años, ese puesto lo ostentaba la Liga española. Pero esa es otra cuestión. Ratcliffe ha llegado al mítico estadio de Old Trafford en plena Navidad, con un regalo bajo el brazo de nada menos que 1.250 millones de libras esterlinas (1.437,9 millones de euros) por el 25 % de las acciones del club. Casi nada, aunque muchos actores del deporte rey estén más que familiarizados a manejar semejantes cantidades, tan desorbitadas como descabelladas. Pero este ingeniero químico, hijo de carpintero y madre contable, habituado a convertir en oro todo lo que toca, no invierte su dinero únicamente para disfrutar de los partidos desde el palco de autoridades. Ni mucho menos. Ha comprado una cuarta parte de la sociedad deportiva para gestionarla. Desde los fichajes hasta el utillero o cualquier operación vinculada a las academias deportivas del club. Todo bajo su supervisión o la de su equipo de confianza de Ineos, un holding industrial con sede en Londres, que da empleo a unas 22.000 personas en 26 países (entre ellos España, donde cuenta con una planta en Bilbao) y que fabrica una amplia gama de productos, entre ellos aceites y plásticos para toda clase de productos cotidianos, desde disolventes utilizados para fabricar cosméticos hasta antibióticos e insulina.

A la par que crecía en los negocios siempre relacionados con la petroquímica, algunos de tal envergadura que llegó a hipotecar su casa, lo hizo en el deporte, que él mismo practica. Desde carreras de resistencia a expediciones por los polos o viajes en moto de tres meses por Sudáfrica. Mecenas del equipo ciclista Sky, compró un club de fútbol suizo, también el Niza francés e hizo incursiones en la Fórmula 1. Experiencia de gestión deportiva no le falta a sir Ratcliffe, distinción que le otorgó la reina Isabel II a este defensor del brexit, para llevar a lo más alto al equipo que adora desde su infancia.

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