Yamaha Neos eléctrica: haciendo las cosas sencillas

Por Jesús Flores

MOTOR ON

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Es sencilla, pero elegante. Pequeña, pero robusta. Y ofrece todo lo necesario para moverse en el tráfico urbano: acelera sin titubeos, tiene una frenada perfecta y permite una fácil conducción. La versión eléctrica de la Neos te enchufa a la ciudad.

18 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

L ejos quedan los tiempos, allá por los años setenta, en los que el ingeniero industrial Arturo Estévez Varela se paseaba por media España en una pequeña moto que, según él, se movía solo con agua y un ingrediente secreto. Este, en realidad, era boro para crear hidrógeno: el proceso era muchísimo más caro que echarle al depósito unos litros de gasolina, lo que da la razón a quienes sostienen que los milagros no existen. Por eso, la irrupción en el mercado de motos eléctricas como esta de Yamaha, que se mueve gracias a un motor de 2 kWh, se presentan como una opción mucho más realista a la hora de creer que es posible disponer de un pequeño escúter con gasto mínimo de mantenimiento.

Nos subimos a la Yamaha Neos eléctrica después de documentarnos sobre el modelo, y en la cabeza llevamos un montón de datos: que si tiene chasis tubular de acero, que si sus llantas de 13 pulgadas son de fundición de aluminio, que si es la primera moto eléctrica que Yamaha fabrica para el mercado europeo...

Pero hay que probarla, así que nos subimos a ella. Ya sentados en esta Yamaha, y con los pies bien apoyados en el suelo (un dato importante para quienes la genética no les haya regalado centímetros), nos llama la atención su cuadro de instrumentos. La instrumentación es sencilla, con una pantalla LCD y Bluetooth, que permite conectar el móvil y ver avisos. También ofrece información de la batería y otras utilidades como un localizador de la moto a través de una app.

Y nos ponemos en marcha, con su sistema de encendido con llave remota. A partir de ahí, tenemos dos opciones: el modo STD, con una velocidad máxima de 40 km/h; y el ECO, para rodar hasta 35 km/h. Es un vehículo para callejear por ciudad, no nos olvidemos. Pero se mueve con agilidad, incluso en vías periurbanas que obligan a dar el máximo de aceleración, que es muy progresiva sin que ello quiera decir que resulte lenta. Algo relevante: ofrece una buena iluminación led con doble faro, para ver y que nos vean. Y a la hora de frenar no tiene nada que envidiar a un escúter clásico de 50 cc. Lo único que nos recuerda que estamos conduciendo una eléctrica es que solo escuchamos el ruido de los otros coches y el del viento. Habrá quien piense que la autonomía de 40 km que permite la batería no es mucha. Para un uso por ciudad, no está mal. En todo caso, es posible incorporar una segunda batería. Y el sistema de carga, tanto en la propia moto como en casa o en la oficina, también facilita las cosas.