Muere Silvia Tortosa, la actriz de la Transición y mucho más

Javier Becerra
Javier Becerra REDACCIÓN / LA VOZ

OBITUARIOS

Símbolo a su pesar del cine del destape, hizo teatro, televisión y música en una carrera que culminó con un notable éxito como «youtuber»

23 mar 2024 . Actualizado a las 05:01 h.

Se puede acudir a su faceta de presentadora del programa Aplauso. También, a su intervención en la serie Curro Jiménez. O papeles en filmes tan icónicos como Asignatura pendiente (1977) de José Luis Garci. Todo ello sin olvidar su intensa labor en el teatro, con obras como Los derechos de la mujer (1975) y Vamos a contar mentiras (1976). Se mirase por donde se mirase, en la segunda mitad de los setenta en España aparecía siempre el rostro de Silvia Tortosa. Habitualmente reducida a figura del cine del destape (un género que abandonó pronto «por el mal gusto de la mayoría de los guiones, la memez de los diálogos y el pésimo estilo», según dijo ella), lo cierto es que la actriz catalana fue mucho más. Durante esa Transición a la que siempre se le asociará, pero también en parte de lo que vino después.

Hoy fallecíó a los 77 años, debido a un cáncer. Ya en el año 2019 había sido intervenida por un tumor en la mama, hecho que anunció ella misma a través de la prensa del corazón. Esta vez, sin embargo, llevó la enfermedad con la «máxima discreción», como indicaba en un comunicado la agencia Kananga, que la representaba. Atrás quedaba una ecléctica trayectoria de más de 60 años en el mundo del espectáculo, en donde hizo casi de todo. Y en todas las épocas. En la pasada década, por ejemplo, arrancó su propio canal de YouTube bajo el título En casa contigo. Ofrecía consejos de belleza, modelos de vida sana y trucos del hogar. Tenía más de dos millones de suscriptores.

Su trayectoria empezó pronto. Tal y como le contaba a Alaska el año pasado en el programa Cine de barrio, tenía la determinación de ser actriz desde niña y el respaldo de su familia: «Les dije: "Voy a hacer esto y olvidaros del resto". Yo no tenía vocación maternal». Así, a los 14 años se matriculó en el Instituto de Teatro de Barcelona para estudiar Arte Dramático. Su primera actuación tuvo lugar en la televisión nacional de blanco y negro, cuando en el programa infantil Burbujas necesitaban una actriz infantil. Luego, tras hacer a Dorothy de El mago de Oz, a los 15, subiría al escenario del Teatro Moratín de la Ciudad Condal con la obra de Valle-Inclán Cara de Plata, en la que trabajó con Vicente Parra.

No hubo vuelta atrás, tal y como prometía. Habitual de los programas dramáticos de Televisión Española como Estudio 1, Novela, Hora once y Teatro para siempre, pronto saltaría al cine, su principal vocación. En la gran pantalla participó en una treintena de títulos a lo largo de su carrera. Además de Asignatura pendiente, destaca Pánico en el Transiberiano (1972), un filme de culto en el que trabajó con Christopher Lee. También tuvo éxito en la película familiar Tobi (1978) y mostró siempre un especial cariño por La senyora (1987), donde reivindicaba su desnudez con sentido, en contraste con los filmes de los setenta. «La escena del desnudo la escribí yo. Y es un desnudo integral de arriba abajo, pero era absolutamente necesario para que el público se escalofriara. Pero hay una cosa curiosa en eso. Parece que las únicas que nos hemos destapado somos tres o cuatro y no», dijo son sorna en Cine de barrio. En Muñequitas lindas (1988) ejerció de directora.

El universo de Silvia Tortosa no se redujo al cine y teatro (donde hizo clásicos como El adefesio de Alberti, Tirano Banderas de Valle Inclán y Las cítaras colgadas de los árboles de Antonio Gala). Sus papeles en series televisivas tan famosas como Hostal Royal Manzanares, Farmacia de guardia y Arde Madrid hicieron que continuase siendo una figura familiar. En el 2011 protagonizó La Baronesa, una polémica miniserie sobre la vida de la Baronesa Thyssen, en donde Silvia Tortosa encarnaba a Carmen Cervera. Esta denunció a Tele 5 por «distorsión y difamación» de su imagen.

El abanico de actividades de la actriz alcanzó a la radio, la música y la literatura. En 1981 realizó un show radiofónico con el humorista Bigote Arrocet. A finales de los setenta grabó un disco con el título Como envuelta en algodón que no llegó a ver la luz por decisión suya. Sí lo hizo La pulga. Una historia de cuplés picantes (1996), gamberra reivindicación del erotismo de ese estilo musicoteatral. Además de ello, tiene más de una treintena de composiciones propias, algunas de las cuales terminaron en programas de televisión. En los libros se estrenó con Mi vida oculta: un desnudo interior (2007), una autobiografía.