El Obradoiro cedió en un partido extraño

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

El Murcia aguantó la reacción santiaguesa y jugó mejor los últimos minutos

23 nov 2014 . Actualizado a las 18:03 h.

El Obradoiro defendió su suerte hasta el último segundo, pero acabó cediendo en Murcia (68-64) ante un rival que tuvo más aplomo y más equilibrio, especialmente en los últimos cinco minutos, los que decantaron un duelo muy igualado tras una primera mitad difícil de explicar.

Moncho Fernández había avisado antes de viajar de que si el equipo caía en la dinámica de la primera parte ante el Fuenlabrada, no tendría nada que hacer. Y preveía que las pequeñas batallas serían decisivas en la gran guerra.

Durante trece minutos el Obradoiro fue un colectivo sin rumbo, peor que el de la primera parte de la jornada anterior y perdedor en todas las escaramuzas. Sin autoridad en el rebote, sin tiro exterior (en el primer cuarto Corbacho y Waczynski ensayaron cinco triples, bien seleccionados, pero sin éxito), sin puntos interiores y con seis pérdidas de balón era imposible. Y en el arranque del segundo cuarto todo empeoró. Los cuatro primeros ataques acabaron con cuatro pérdidas de balón. Y el Alquimista de Pontepedriña ya había probado con los tres bases y con los doce jugadores disponibles.

En ese contexto, el Murcia se veía feliz. Podía correr, estaba encontrando canastas fáciles y, para más inri, el reaparecido Bamforth mostraba sus credenciales en la larga distancia.

Moncho Fernández pidió tiempo muerto para leer la cartilla a sus discípulos, y de repente cambió la decoración. De ahí al intermedio, el equipo que acertó en los triples fue el Obradoiro (dos de Corbacho, uno de Kleber, otro de Pozas y uno más de Pumprla), también el que forzaba recuperaciones seguidas de bandejas, y el que puso orden en el rebote. De un 28-7 se pasó a un 30-32 y, antes del descanso, a un empate a 32 tras un palmeo del Murcia. Claves en la reacción fueron la dirección de Pepe Pozas, que se sobrepuso a un flojo arranque, y el veterano Chagoyen. Y, por supuesto, el recobrado acierto en la larga distancia.

Tras el tiempo de descanso el partido se bajó de la montaña rusa. Cambió el vértigo de las subidas y bajadas por los pequeños tirones y llegó al minuto 35 con empate a 54. En ese último cuarto el Murcia se llevó el triunfo por su superioridad en el rebote ofensivo, que le concedió segundas y hasta terceras opciones en momentos clave. Y porque Diego Ocampo acertó juntando a Neto y Cabezas, que casi siempre juega bien ante el Obradoiro. Castigó el aro santiagués con sus penetraciones y, sobre todo, con un par de triples. Los santiagueses, en un día con más grises que brillos, compitieron con fe pero sin fortuna en pequeños detalles que resultaron determinantes, con mención especial para las pérdidas de balón.

Ficha técnica

Murcia 68 (27+10+14+22): Neto (10), Wood, Kelati (4), Antelo y Lima (11) –cinco inicial-. Bamforth (16), Cabezas (12), Radovic (11), Rojas (4), Arteaga y Alberto Martín.

Obradoiro 64 (7+25+17+5): Pozas (4), Corbacho (18), Pumprla (10), Kleber (14) y Triguero (2) –cinco inicial-. Miller, Rafa Luz (5), Waczynski (4), Giannopoulos,  Nankivil (2), Cárdenas y Chagoyen (5).

Árbitros: García González, Calatrava y Sánchez Mohedas.

Incidencias: Palacio Municipal de Deportes de Murcia. Octava jornada de la Liga Endesa.