El viernes los espectadores que acudan a Sar podrán ver a Ricardinho, que viene a ser al fútbol sala lo que Picasso a la pintura: un genio. Y a Pola, que lleva diez años en la élite, que se forjó en Sar y que marcó el penalti del título de Copa el domingo.
Un día más tarde, en la misma pista estarán Llull y Doncic, quizás la actual mejor pareja de bases de Europa, dos jugadores distintos, como lo pueden ser Springsteen y Paul McCartney en un escenario.
Pero para poder disfrutar de figuras de altísimo rango a orillas del Sar es imprescindible que el Santiago y el Obradoiro se codeen en la élite. Como en su día sucedió con el Compos, cuando por San Lázaro desfilaban Ronaldo, Mijatovic, Koeman, Laudrup...
Son referencias que ayudan a poner en valor lo que cuesta mantenerse en esa pomada, no solo los días de fiesta.