Juego de equipo frente a talento individual

Fran Camba

ANDAR MIUDIÑO

19 mar 2017 . Actualizado a las 05:05 h.

Sar presenció en la tarde de ayer un duelo de estilos contrapuestos, dos propuestas de juego que se sitúan en las antípodas. Anarquía frente a orden, talento individual frente a juego en equipo, Laso frente a Moncho, gestión perfecta de los recursos disponibles frente a fe inquebrantable en la capacidad individual.

La proeza se construyó desde la línea de tres, la misma que tantos disgustos dio este año. Estaba destinada a dictar sentencia sobre el resultado por varios motivos: hay una diferencia abismal entre el porcentaje de victorias del Madrid cuando anota más o menos de once triples, el Obra permite un 40 % de acierto rival desde detrás de la línea de 6,75 metros (el mayor, con mucha diferencia, de la liga) y, además, necesita al menos ocho triples para poder ganar (excepto en el extrañísimo partido contra Andorra).

A pesar de la diferencia en anotación de ambos conjuntos (86 puntos por partido frente a 75), el Obra soportaba bien casi cualquier comparación estadística con el Madrid excepto la de rebotes defensivos, pérdidas y puntos anotados y encajados desde la línea de tres. Controlar estas tres facetas del juego era un buen comienzo para llevarse la contienda. Y el Obra lo hizo, una extraordinaria defensa de la línea exterior permitió únicamente un 32 % de acierto desde el triple del Madrid y el impecable trabajo bajo los aros se transformó en una diferencia de trece rebotes a favor de los obradoiristas. Noche de disfrute, queda una victoria menos.