«El genio de Vivaldi también es vocal y dramático, no solo instrumental»

Xesús Fraga
xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

El autor italiano centra el programa con el que Jaroussky regresa a Galicia

26 nov 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

El contratenor francés Philippe Jaroussky (Maissons-Laffitte, 1978) regresa a Galicia para interpretar este viernes (Teatro Rosalía de A Coruña, 20.30 horas) un programa dedicado a Vivaldi, con el que se abre el ciclo Grandes cantantes de la temporada lírica que organizan Amigos de la Ópera y el Consorcio para la promoción de la música.

-En su anterior visita comentó que no conocía a nadie a quien no le gustase Vivaldi. ¿Qué es lo que lo hace tan atractivo?

-Vivaldi tiene una genialidad particular que lo hace diferente. A primera vista podemos pensar que su música es un poco más simple que la de Händel, por ejemplo, pero posee un genio melódico que consigue que con muy pocas notas y un acompañamiento orquestal muy simple tenga arias muy aplaudidas por el público. Hay una faceta suya que ha permanecido desconocida durante muchos años, que es su obra vocal, sus óperas. El genio de Vivaldi también es vocal y dramático, no solo instrumental, y eso es lo que quiero mostrar con mi programa, con una primera parte con obras como Stabat Mater o Longe Mala, y una segunda con arias de ópera.

-En el programa conviven piezas que desbordan felicidad como «Se in ogni guardo» con el «Stabat Mater», que es dolor puro hecho música.

-Sí, claro, claro. Para mí es un programa con diferentes colores. Acabo de volver de una gira por América del sur y mucha gente me ha dicho que no sabía que la música vocal de Vivaldi tuviese tanta variedad, tantos sentimientos y afectos diversos. Para mí también es muy especial porque se trata de mi grupo [el Ensemble Artaserse] y además de cantar también tengo que dirigir, algo que ha sido muy intenso para mí, ya que se establece una relación muy diferente con los músicos. Vivaldi es el compositor que más conozco y una buena escuela para crear un sonido interesante. En el futuro me gustaría hacer programas sobre otros compositores menos conocidos.

-Usted también ha destacado en el repertorio para los castratos, cuya extrema dificultad técnica la atribuye a que estaba escrito para impresionar. Pero este programa, además de técnica, se necesita una gran emoción, ¿no?

-Sí, es verdad. Este ha sido un disco que para los próximos años desempeñará un papel fundamental. Es cierto que canté mucho el repertorio para castrato y quiero hacer algo más en el futuro, pero también he tenido un instinto natural hacia la música religiosa. Me gustaría cantar a Bach en un futuro, también música francesa y diversificar el repertorio. Mi voz ha cambiado un poco durante estos años, ahora es más rica en armónicos, pero también mis habilidades han ido cambiando. Antes podía cantar de una forma mucho más fácil, y ahora mi voz está mucho más en el cuerpo. Siento que el virtuosismo es algo menos fácil y quiero disfrutar de mi voz de otra manera.

-¿Cómo prepara técnicamente un concierto como el del viernes?

-Antes de cada actuación hacemos ensayos, vemos qué pequeñas cosas hay que mejorar en la orquesta. Cosas como colores, frases... Hemos hecho ya este mismo programa en América del sur y en Europa y necesito que los músicos aún mantengan el mismo interés que al principio después de tantos conciertos. También mejoro aspectos vocales. En cada concierto observo la reacción del público, las emociones. Cada concierto es irrepetible y por eso mismo no puedo hacer siempre lo mismo.

-¿Y los cuidados de la voz? Porque para usted un catarro no significará lo mismo que para cualquiera de nosotros...

-Sí, naturalmente. Pero no soy una persona muy frágil: creo que han sido dos o tres los conciertos que he cancelado en los últimos diez años, así que no es mucho para un cantante [risas]. Cuando era más joven cancelaba más porque un concierto era lo más importante para mí. Sigue siendo muy importante, pero ahora tengo más distancia. Si no tengo voz o estoy enfermo no es un drama de la vida. Es solo música, solo un concierto. Sé que hay mucha gente que ha pagado por escucharlo, pero es solo música. Es cierto que noviembre y diciembre es un período bastante peligros para mí, pero también para el público [risas]. Hay muchas más toses entre el público. Siempre me ha sorprendido que una persona tosa durante el silencio después de un aria: en esos momentos para mí la música sigue sonando, es un momento sagrado. Y entonces alguien hace cof, cof y mata la música que hemos hecho antes. Así que prefiero decirle al público que si necesita toser que lo haga cuando canto, por favor, no después [risas].

-Ha colaborado con grandes como Gabriel Garrido o William Christie. ¿Cómo es su relación artística con ellos?

-El trabajo con los directores te proporciona inspiración. Cada uno es muy diferente en su personalidad y en su manera de entender la música. Para mí, es fundamental el instrumento del que provienen: hay quien procede del violín, quien toca el clave, y eso se nota también en su forma de dirigir. Me gusta mucho colaborar con Christie porque su sola presencia ya me hace cantar de una manera muy distinta. En los próximos tres años voy a dirigir más, pero para mí todavía es fundamental cantar con distintos directores porque es la mejor forma de construir cómo quiero dirigir en el futuro.

-Jordi Savall rechazó el Premio Nacional de Música para mostrar su disconformidad con la política cultural y musical del Gobierno. ¿Qué le pareció su gesto?

-Es un problema difícil para un artista. Yo hago música, pero las cosas que hago también pueden tener otro sentido. En el futuro me gustaría crear en Francia una fundación para ayudar a jóvenes que no tienen posibilidades de hacer música porque sus familias no tienen dinero. La política es más difícil. Entiendo perfectamente lo que ha hecho Savall porque es muy conocido en España por lo que ha dado a la música y es una oportunidad para transmitir su mensaje. No conozco bien la situación de España, pero sé que la crisis ha sido muy dura y la cultura siempre es la primera en pagar. Espero que las cosas cambien y que reacciones como las de Savall ayuden a ello.

philippe jaroussky contratenor

«Cada concierto es irrepetible y por eso mismo no puedo hacer siempre lo mismo»

«Entiendo lo que ha hecho Jordi Savall para transmitir su mensaje»