Orgulloso y susceptible

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

08 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

E n el pasado mes de mayo, el diario francés Le Monde calificó de «orgulloso y susceptible» (fier et ombrageux) a Mariano Rajoy, después de que este repitiese que España no solicitaría ayuda externa y que nuestro país saldría adelante por sí mismo, sin pedir nada. Al diario parisino la confianza del presidente del Gobierno español le sonaba a «gesto quijotesco», sobre todo después de que el 28 de mayo el propio Rajoy reiterase que «no habrá plan de rescate europeo para el sector bancario español». El presidente expresaba así su confianza en España, convencido de que eran los demás, con su raca-raca editorial, los que estaban convocando a los fantasmas del rescate.

¿Fue un gesto quijotesco? A la vista de lo ocurrido, cabría decir que sí. Pero en realidad no, porque, si se tratase de don Quijote, hubiera arremetido contra los molinos de viento (léase agencias de calificación y mercados) y habría salido con todo el cuerpo magullado. Lo que hizo Rajoy fue negar la mayor y no echarle gasolina a un incendio que ya se acercaba al sector bancario. Los políticos tienen que gobernar con los ojos puestos en la realidad e intentar que sus palabras sobre el futuro no las cargue el diablo.

Quizá Rajoy no es un político de la estirpe soñadora del Quijote, pero sí que está tocado por la rabia ganadora del opositor que no acepta con facilidad una derrota tras un esfuerzo denodado. Y algo de esto es lo que está ocurriendo. Nuestro descalabro económico está ahí y nos sitúa en posiciones no deseadas. Tal vez para Rajoy es como si lo hubiesen condenado a concurrir de nuevo a unas oposiciones. Y todo parece indicar que, a su modo -¿orgulloso y susceptible?-, ha aceptado el desafío. Es posible que en este trance muestre su mejor cara y coincida con el Quijote en algunas sabias reflexiones. La novela magna de Cervantes debería ser su libro de cabecera, porque contiene más saber que todas las crónicas de Krugman, Stiglitz y compañía, expertos en economía (que no es la vida, sino solo una parte de ella). Por esto, que los periodistas de Le Monde viesen a un presidente «orgulloso y susceptible» no me parece nada malo. Salir de donde estamos requiere el valor de vérselas con el enemigo en terreno adverso.