Sánchez, contra el PP y Podemos

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

28 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El PSOE ha consumado una renovación que resultaba imprescindible para tratar de frenar la caída libre en la que se encuentra. Un paso necesario, pero está por ver que sea suficiente. Pedro Sánchez parte con la impecable legitimidad democrática de haber sido elegido por los militantes y supone una esperanza para el PSOE, pero también una incógnita, ya que hasta ahora ha construido un discurso de generalidades y frases grandilocuentes al que a partir de su elección como secretario general debe dotar de contenido. Pero de momento ha dado algunas pistas significativas de sus intenciones: ha dicho que sus referencias son Felipe González y el primer ministro italiano, Matteo Renzi. Dos políticos pragmáticos, moderados y reformistas, de centro-izquierda. Ese es el espacio que parece quiere ocupar, con un doble objetivo, desmarcarse tanto del Gobierno de Rajoy como del populismo de izquierdas. Pero el escenario electoral ha cambiado radicalmente desde las pasadas europeas, con el hundimiento del bipartidismo y el surgimiento de Podemos, que según las encuestas continúa su ascenso en detrimento del PSOE e Izquierda Unida. A esto hay que añadir que el PP ha apostado por la estrategia de azuzar el miedo a la formación que lidera Pablo Iglesias con el objetivo de movilizar a sus potenciales votantes que se abstuvieron el 25-M. Dos factores que actúan contra los socialistas. Con poco tiempo por delante para recuperar la credibilidad perdida antes de las cruciales elecciones autonómicas y municipales del año que viene y jugando en ese nuevo tablero político en el que ha aparecido un potente competidor el reto al que se enfrenta Pedro Sánchez es muy complicado.