Hay que repensar Galicia

Andrés Precedo Ledo CRÓNICAS DEL TERRITORIO

OPINIÓN

24 sep 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

Escuchaba el programa Vía V, de V Televisión, en el que intervenían dos conspicuos representantes del Foro Económico de Galicia. La dinámica y bien preparada directora del programa preguntó a uno de ellos cuáles eran, según el Foro, los tres principales problemas que tenía Galicia ante el futuro. Esta fue la respuesta: primero el problema demográfico, segundo el desequilibrio costa-interior y tercero la necesidad de identificar los tractores económicos de la Galicia del futuro.

Al oírlo tuve la sensación de haber retrocedido treinta años atrás. Ya entonces se decían las mismas cosas. ¿Qué quiere esto decir? Una posibilidad es pensar que Galicia no ha avanzado nada y que por eso las cosas siguen igual (sabemos que no ha sido así); otra, pensar en que al tratarse de problemas estructurales su solución exige un tiempo prolongado (es así, pero no solo), y una tercera posibilidad es pensar en la persistencia de los estereotipos mentales.

Creo que hay algo de todo. El tema demográfico es tan grave como prolongado en el tiempo por falta de soluciones eficaces; predecir las actividades tractoras es muy difícil de acertar ¿Quién podía prever en los años setenta lo que hoy es Inditex?, o ¿quién podía presagiar lo que ocurrió con Pescanova? Ambos son resultado de la gestión de sus directivos, en un caso avalada por el éxito y en otro por una práctica negligente. Y eso nunca puede predecirse al analizar los números. Es más, tampoco era predecible la consolidación de actividades del sector TIC y que sitúan a nuestra comunidad, y en particular a la provincia de A Coruña, como uno de los polos de la economía creativa española. Es solo un ejemplo, pero hay otras luces que emergen entre las sombras.

Más me sorprendió volver a escuchar que uno de los principales problemas de Galicia era tener un sistema policéntrico de ciudades, que lo mejor era tener una gran ciudad como Barcelona. Un pensamiento todavía más antiguo y que se puede rastrear entre los economistas gallegos de la primera mitad del siglo XX. Hoy, el policentrismo urbano es precisamente la estrategia recomendada por la Unión Europea para corregir los desequilibrios territoriales internos. Además, otras regiones, como el País Vasco, la más desarrollada de España, u otros países, como Suiza o Alemania, los más desarrollados de Europa, son también policéntricos y esta estructura del sistema de ciudades ha jugado en ambos casos positivamente.

Otra cosa es que los localismos y las políticas clientelares hayan asentado una gestión de las ciudades inadecuada y a veces insostenible, pero el problema no está en las ciudades, sino en una gestión política de cortas miras.