En un debate de tres días tan intenso y prolijo como el que se acaba de celebrar en el Parlamento de Galicia se dicen cientos de cifras, en muchos casos de forma contradictoria, llevando a la confusión a la ciudadanía, que no llega a saber quién tiene razón. Por eso es bueno que desde fuera de la refriega de la discusión se realice un ejercicio de constatación de los datos en los temas más relevantes. Y el empleo, y su versión en negativo, el desempleo, es un asunto central para la economía y la vida de las personas.
El presidente Feijoo dijo que Galicia tiene una tasa de paro inferior a la media española. Y tiene razón. La oposición argumentó que la evolución del mercado de trabajo desde que estalló la crisis es peor en Galicia que en el resto del Estado. Y también tiene razón.
Veamos los datos. Los últimos conocidos, los de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre del 2014, señalan que la tasa de paro aquí es del 22,3 ?% frente al 24,5 % de media estatal. Es un diferencial a nuestro favor de dos puntos que, sin embargo se reduce año tras año. Hace ahora cinco, cuando Feijoo ganó las elecciones y empezaba a arreciar la crisis, nuestra tasa de paro era del 12,6?% y, sobre todo, estaba cinco puntos por debajo de la media española.
En estos cinco años el diferencial positivo que ha tenido históricamente Galicia -como el resto de las comunidades autónomas al norte de la península- se ha ido reduciendo a menos de la mitad, a un ritmo tan acelerado que, de no pararse ya, nos colocaría, en muy poco tiempo, en la media del Estado. Algo que no ha ocurrido nunca desde que existen estadísticas.
La razón aritmética de que el diferencial a nuestro favor sea cada vez más pequeño es que el empleo -y por lo tanto el desempleo- evoluciona mucho peor en Galicia que en el resto del estado. Volviendo a la EPA y comparando los datos del 2014 con los del 2009, en Galicia se ha perdido el 14 % del empleo inicial, mientras que en España la caída fue del 9 %.
Tenemos, por lo tanto, una peor evolución en el mercado de trabajo, que alcanza su máxima gravedad con el desempleo. En el conjunto del Estado el número de personas en paro aumentó el 35 % desde el 2009, pero entre nosotros la dinámica ha sido muchísimo peor, porque el desempleo se disparó el 71 %. Y este es un dato demoledor: en Galicia el paro aumentó el doble que en España. Una simulación lo demuestra. Si el conjunto del Estado sufriera un ritmo tan frenético como el nuestro, el número de parados estaría, a día de hoy, por encima de los 7 millones.
Un dato final muy preocupante: no es que nos haya ido peor que a la media de España, es que Galicia es la peor de todas las comunidades autónomas del Estado. El presidente Feijoo debería explicarnos por qué.