Europa se asoma al abismo de la recesión

Manuel Lago
Manuel Lago EN CONSTRUCCIÓN

OPINIÓN

17 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Todo el discurso triunfalista de salida de la recesión en la eurozona no duró más que la campaña electoral de las elecciones al Parlamento Europeo. Los datos de Eurostat del segundo trimestre de 2014 presentan un panorama desolador: la eurozona en su conjunto se estancó con una variación nula en el PIB, pero alguno de los países centrales, con Alemania a la cabeza están, otra vez, con tasas trimestrales negativas. Con Italia en recesión -lleva dos trimestres en negativo-, Francia estancada en el 0 % y Alemania cayendo un -0,2 % en tasa trimestral, el escenario de la economía europea es muy preocupante: nos acerca cada vez más a la tercera recesión. Esta vez además, en un escenario de elevado endeudamiento tanto público como privado, una tasa de paro muy alta y con riesgo de deflación, lo que provocaría un coste catastrófico para la economía y, sobre todo, para las personas

Para evitar los efectos devastadores de una recaída que nos condenaría a más de una década perdida, es absolutamente necesario, y cada vez más urgente, un cambio en la política económica que deje atrás la austeridad compulsiva y apueste por el crecimiento. Los anuncios del presidente del BCE de cambios en la política monetaria, trasladando a la UE lo que ya hicieron antes en EE. UU. y Reino Unido es positivo pero insuficiente. Porque hace falta complementarla con otras actuaciones de política fiscal, fundamentalmente alargar los plazos de la consolidación fiscal en los países con déficit e implementar políticas expansivas de demanda en los que tienen situación de equilibrio, como es el caso de Alemania fundamentalmente.

Y aun así, no sería suficiente, porque la economía del conjunto de la Unión Europea se enfrenta a un problema de fondo: la debilidad de la demanda interna. Y que para impulsar la demanda agregada es necesario una política fiscal y monetaria expansiva pero también un plan de inversiones y el incremento de los salarios.

En la situación actual del ciclo económico europeo, cobra todavía más importancia la propuesta realizada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) de un Plan Europeo de Inversiones con un importe equivalente al 2 % del PIB y financiado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), como palanca fundamental para salir definitivamente de este bucle de recesión/crecimiento débil/estancamiento que llevamos soportando en Europa desde 2008.

Una política europea a favor del crecimiento que tiene que ser complementada en España con un impulso de la demanda interna ante el agotamiento del sector exterior como factor de crecimiento. La inversión, pero sobre todo el consumo de los hogares, tiene que tomar el relevo. Y para aumentar el gasto de las familias las variables fundamentales son el empleo y la renta disponible. Más empleo y el incremento de los salarios, de las pensiones y las prestaciones públicas son las palancas para aumentar el consumo privado e impulsar el crecimiento económico.