El ministro del Interior presentó un «balance provisional de la seguridad vial del 2014». Provisional, pues el informe tiene en cuenta las víctimas mortales causadas en el accidente o en las 24 horas siguientes, en tanto que los datos definitivos, según normativa de la UE , deben contabilizar los fallecidos en la inmediatez del accidente o en los treinta días siguientes. Entonces, ¿a qué tanto apresuramiento, como si se tratase de presentar las cuentas de la accidentalidad del tráfico a modo de buena mercancía? Las 1.131 personas muertas en el 2014 son tres víctimas mortales menos que en el 2013, salvo que el balance final cambie los signos. El precitado ministro encierra las cifras en un vibrante «todo un éxito», añadiendo que esa medida de víctimas mortales es equivalente a la de 1960, tal como si el tráfico de hace más de medio siglo sirviese como referencia comparativa.