Esteban Sastre y la OTI

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

05 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ahora que Eurovisión es, sobre todo, para los comentarios de las redes sociales, deberíamos recuperar el festival de la OTI. Ahí España, la madre España, siempre ganaba o tocaba podio. Y no en Eurovisión, con esas alianzas geopolíticas que no hay quién las entienda. Que vuelva Francisco con su pelo imponente. Francisco se impuso dos veces en la OTI. Y María Ostiz la ganó con su Canta, cigarra, nada menos que en Acapulco. Pero hay un tema imposible de olvidar. Me refiero al mítico Bravo, samurai, que interpretó Vicky Larraz. Qué personaje Vicky Larraz, la primera voz de Olé, olé antes de Marta Sánchez. Y Larraz hizo un tercer puesto en el festival de la OTI, como decía un concurso mucho más proclive a teñir de gloria a los artistas españoles. Sucedió en el año 87 en Lisboa. Pero la anécdota está en los créditos de las canciones. Ahí es donde demostramos una vez más que España es diferente. Un país muy especial. El lugar de Rinconete y Cortadillo. El sitio de mi recreo del Lazarillo y el Buscón. Resulta que las normas de la OTI prohibían que la canción tuviese un origen extranjero. Y Bravo, samurai lo tenía. Estaba firmada a medias por la propia Vicky Larraz, ella sí de Madrid de toda la vida, y por Steve Taylor. Steve Taylor, de español o hispano más bien poco. Ya había trabajado con Vicky cuando esta publicó su primer álbum en solitario el año anterior a su participación en la OTI. ¿Cómo evitar que los echasen de la OTI? Fácil para el ingenio español que tanto daño nos ha hecho y nos hace. Steven Taylor pasó a llamarse Esteban Sastre y punto. Tailor en inglés es sastre. Se traduce y ya está. Así coló, así lo cuenta hoy todavía Vicky y así figura en los créditos de la canción. España y las reglas.