El éxodo sirio

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

26 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Por desgracia no es un fenómeno nuevo. Cambios climáticos, escasez de alimentos pero sobre todo guerras han empujado a las personas a huir en busca de un refugio. En el siglo XIX, los procesos independentistas de los países balcánicos supusieron la expulsión de de cientos de miles de musulmanes hacia la península de Anatolia. En 1915, el Gobierno turco forzó la migración de más de millón y medio de armenios y asirios. En 1923, tras la guerra greco-turca, se organizó un trasvase de 500.000 griegos y millón y medio de musulmanes. Stalin trasladó de manera forzosa a más de millón y medio de personas a Siberia y, por no extenderme más, mencionaré el éxodo de 800.000 judíos de los países árabes a Israel tras la proclamación de independencia de este país en 1948.

En tiempos más recientes, la sucesión de guerras en Irak provocó la huida de 4 millones de personas, pero la guerra civil siria y, sobre todo, la irrupción de Daesh en el norte de Irak y este de Siria han desbordado la cifra de desplazados hasta los 9 millones, de los cuales 600.000 han huido a Jordania, 2 millones a Turquía y más de 4 millones al Kurdistán iraquí.

La raíz del problema sigue sin tener visos de solución. Ni el régimen de Bachar está agotado ni Daesh acorralado, mientras la oposición se enfrenta entre sí. Con los iraquíes y libaneses levantados contra la corrupción de sus Gobiernos y Turquía bombardeando a los kurdos, las probabilidades de una guerra regional crecen por momentos, y con ella una explosión migratoria mucho peor que la actual si no actuamos donde hay que actuar ya.