Lo siguiente

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

03 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Se ha puesto de moda en el lenguaje común la expresión lo siguiente. Latiguillo que viene a significar que algo no es lo mejor o lo peor, es lo máximo o lo más desastroso. Ese jacarandoso jugador de fútbol Joaquín así ha resumido su alegría por regresar al Betis de su corazón. El hombre de la finta y la velocidad (en sus tiempos mozos) contestó a la pregunta sobre si estaba alegre por regresar de la Fiorentina al Betis: «No estoy alegre, estoy lo siguiente». Pues así podemos resumir también las torrenteras desmadradas de tinta que se han vertido y se vierten sobre Cataluña y sobre Mas. Demasiados términos bélicos. Muy poco sentido común. Ausencia total del sentido del ridículo. ¿Qué está sucediendo con las extrañas elecciones que tenemos encima? Lo peor, no; lo siguiente. Una lista única envuelta en una bandera que une lo imposible. Van juntos los mismos que le han quitado hace unos días la alcaldía de Barcelona a sus compañeros de cartel para regalársela a Ada Colau. Solo les une el enemigo. Un presunto enemigo, España, que reacciona como tal y que no encuentra políticos que sepan ejercer su oficio y su responsabilidad. El enredo no se ha complicado, lo siguiente. Y así seguimos día a día, dinero de comisiones por el medio, con dos rivales que solo agitan miedo y enardecimiento. Y mucho me temo que entre el miedo y el enardecimiento solo se votará confusión. Los independentistas catalanes (los que ya lo eran) y los de nuevo cuño (como Mas, que no hace tanto negaba el independentismo) están jugando con esa verdad absurda de que hasta un reloj parado da bien dos veces la hora al día. Pero el reloj, aun así, no funciona. Unas elecciones autonómicas son unas elecciones autonómicas, no plebiscitarias. Nadie sabe hacia dónde conduce la hoja de ruta de Mas. Solo hay improvisación.