Elecciones en Cataluña: siempre ha sido así

Jaime Miquel
Jaime Miquel LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

19 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Con independencia de algunas encuestas excéntricas, se ha publicado suficiente información demoscópica para extraer algunas conclusiones sobre la situación preelectoral en Cataluña. La primera, fundamental y uno de los datos más fijos de estas elecciones, es que la suma de las candidaturas Junts Pel Sí y CUP rondará los 1,9 millones de votos, lo que explica por qué es superior al 44,0 % de los votos válidos que publicó el CIS; de ser el 44 %, la tasa de participación estimada por este organismo alcanzaría el entorno del 80 %, algo que está fuera de la realidad. Lo cierto es que Junts Pel Sí y CUP sumarán el 48 % de los votos válidos, lo que les tiene que proporcionar más de 68 escaños, que es la mitad más uno de la Cámara.

La segunda conclusión es que Ciudadanos es la segunda fuerza política de Cataluña con casi seiscientos mil votos. Con este resultado tiene que alcanzar los 20 escaños y no hay dudas al respecto, es decir, no vienen todos en manada, viene Ciudadanos en segunda posición y luego, en fila india, Catalunya Si que es Pot, el PSC, el PP y CUP. Lo que significa que el interlocutor del lado derecho del sistema en Cataluña ahora es otro, lo que debilitará extraordinariamente al PP de Rajoy ante las elecciones generales; sus 7,5 millones de votos son los fijos y se cuidan solos. Los variables son los de Ciudadanos.

Otra concusión, no menos importante, es que el PP de Xavier García Albiol ha fracasado. El dato directo del 3,9 % del CIS es un registro lamentable, que vaticina casi cien mil votos de desventaja respecto al resultado de Alicia Sánchez Camacho. Lo que nos dice, por otro lado, que tratar a todos los rivales como incompetentes o radicales, empleando expresiones como «se terminó la broma», o «no digo más porque no puedo», sirve para fijar al PP en un lugar distinto y excluyente, pero no para conseguir votos. El PP se reconcentra sin ganar espacio, porque su discurso se dirige a un elector que se ha extinguido en la mitad más joven del censo.

La cuarta conclusión es que no se puede estar a todas. Nos referimos al artefacto Podemos-ICV/EUiA, una cremallera de nomenclaturas que es la expresión más genuina de la vieja política de cuotas de la izquierda del siglo XX. Lo llaman Catalunya Sí Que es Pot, lo lidera el soberanista Lluís Rabel y ha defraudado a los votantes de la zona de ruptura. Barcelona exclamaba «sí se puede» y se les esperaba segundos, pero conseguirán unos resultados parecidos a los de ICV, tan pobres como 15 escaños, uno o dos por delante del PSC.

La quinta conclusión es que esto es así, siempre ha sido así y el lector se tiene que situar sobre la realidad. Junts Pel Sí y CUP sumarán la mayoría absoluta en el Parlamento de Cataluña el día 27 de septiembre y esto no es excepcional, es lo normal. CiU, ERC y CUP, sumaron 74 escaños en el año 2012, que fueron 76 en el año 2010 con Solidaritat per la Independencia; en los años 2006 y 2003 esta suma entre CiU y ERC fue de 69 escaños y en 1999 fueron 68. Etcétera, porque siempre ha sido así.